Hemos recorrido ya un largo camino para tratar de acercar a la gente uno de los grandes males del rápido avance tecnológico de nuestra sociedad. El Ciberbullying se ha convertido en una sombra cada día más grande, que afecta. sobre todo ,a personas jóvenes y también a los más pequeños de la casa. Estar informados se puede convertir en la herramienta perfecta para evitarlo, y aún mucho más importante, detectarlo y poder combatirlo.
Al alcance de todos
La tecnología, por muy útil que resulte, es sin duda un arma de doble filo y debemos estar muy atentos para que su uso sea el adecuado. Las redes sociales sin duda, han sido la catapulta perfecta para introducir el ciberbullying en nuestra sociedad. Son fáciles de usar, generalmente son gratuitas, y están al alcance de nuestra mano y también de la de los más jóvenes e inexpertos.
La inocencia muchas veces es la puerta abierta a una situación que se puede volver muy peligrosa, y la educación, tanto para saber evitar y prevenir este tipo de maltratos, como para no permitir que otros los ejerzan, es fundamental. Muchas veces, es el propio desconocimiento el que provoca que una simple foto, un vídeo o un comentario en una red social, se vuelva en nuestra contra.
¿Para siempre?
Cualquier vídeo que subamos en la red podría estar ahí para siempre, para que cualquier persona lo vea. Esto incluye además, a los padres, a los profesores, compañeros de clase o del trabajo, a los jefes... Seguramente aquel vídeo o foto que te parece tan gracioso hoy en día, no te lo parezca tanto dentro de un tiempo e, incluso, que te ocasione serios problemas en tu vida, por lo que debes meditar qué tipo de contenidos haces públicos en la red.
En el caso de jóvenes y niños, la precaución ha de ser aún mayor. Disfrutar de las tecnologías es sano si se enseña la manera adecuada. Es cierto que se ha conseguido llamar la atención sobre este fenómeno para movilizar a la ciudadanía y a las administraciones, especialmente en el ámbito escolar. Sin embargo, las edades más vulnerables siguen siendo entre los 10 y los 16 años.