"Si no nos callaron los grises, no lo van a hacer ustedes", les dijimos en el Pleno.

El último capítulo del culebrón PP-VOX en Majadahonda ha llegado al Pleno Municipal tras la monumental pataleta de la formación de ultraderecha porque los socialistas, como llevan haciendo todos los años en Democracia, colgamos una pancarta en la fachada del despacho del Consistorio, con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. 

Mientras el tándem de Gobierno ilumina la fachada del Ayuntamiento o fuentes de la ciudad, cuando les da la gana, del color que les place y sin consensuar con nadie, el gesto reivindicativo de los socialistas, provocó un nuevo ataque de VOX en redes sociales, que se materializó en una esperpéntica moción, apoyada por los populares para intentar tapar la boca una vez más a la oposición. 

Que el morado o la bandera arco iris les da alergia, lo teníamos más que asumido, pero que la concejala Marina Pont, presente una enmienda de los populares, para ahondar en la moción mordaza de la ultraderecha, intentando vulnerar derechos fundamentales de los concejales, sin duda es un hito en un Ayuntamiento que históricamente no se ha caracterizado por un halo de honradez y transparencia, sino por todo lo contrario. A Romero de Tejada y Willy "el rata Ortega" me remito. 

La señora Pont defendía sin rubor una iniciativa para prohibir que los concejales lleven pines de sus partidos políticos o coloquen carteles informativos en la puerta de sus despachos. Todo un atentado contra la libertad que ahora tanto se empeñan en hacernos creer que defienden. 

Afortunadamente lo que se puede o no hacer en la Casa de Todos, frente a los que intentan envenenar e invisibilizar la violencia machista o la lucha por la igualdad y no discriminación del colectivo LGTBI, son los jueces, acorde a la legislación vigente. 

Los socialistas llevamos 140 años luchando por la igualdad de oportunidades y la justicia social. Defendiendo lo público, la inclusión y la no discriminación, y seguiremos haciéndolo frente a ultraderecha sin escrúpulos que se ampara en sus socios del Partido Popular para intentar reventar las instituciones desde dentro enarbolando un patriotismo de hojalata que solo fomenta, la división, el odio, la confrontación y un permanente hostigamiento y provocación a los partidos de la oposición.

Frente al insulto, la razón, el diálogo y la libertad de expresión y frente a sus posiciones retrógradas y el blanqueo de la dictadura franquista, la Democracia y Constitución como garante del Estado de Derecho y del Bienestar por el que tanto han luchado muchas generaciones de españoles.