MADRID | "Tengo cicatrices del rock and roll; heridas, ya no. Estoy en paz con el pasado"

Rulo y su Contrabanda editan 'Basado en hechos reales', nuevo trabajo del cántabro con el que hará triplete en La Riviera los días 14, 15 y 16 de febrero de 2020

Entrevista a Rulo

Rulo y su Contrabanda editan 'Basado en hechos reales'

Amanda Avilés

@AmandaCoconutt

 

“Muy feliz”. Así se siente dando a luz a un nuevo hijo y a un nuevo regalo para la música. Rulo, acompañado de su fiel Contrabanda, lanza el que se convierte en su cuarto trabajo en solitario desde que abandonase La Fuga: ‘Basado en hechos reales’ (Warner Music, 2019). Repite discográfica, pero ha decidido arriesgar y cambiar de productor, después de años con Javier San Martín. El cántabro ha cruzado el charco para este disco, y se ha dejado caer sobre las manos de Thom Russo, ganador de 16 Grammy. Pero no han sido los premios lo que han encandilado a Rulo. “A mí me da igual todo lo que haya ganado. Puede tener un talento increíble y que no congeniemos”. No ha sido el caso. “Ahora que estoy muy ‘enredador’ y quiero cambiar todo el rato de productor me va a costar porque nos hemos enamorado, estamos ‘in love’ total”.

 

‘Basado en hechos reales’ se citará en Madrid por la puerta grande. Triplete en La Riviera los días 14, 15 y 16 de febrero de 2020, con entradas agotadas para el primero y con muy pocas para los siguientes (al cierre de esta edición). No nos podíamos perder una charla con semejante titán.

 

Nacido en Los Ángeles

 

Podríamos habernos ido nadando hasta Dublín para tener unos minutos con Rulo, pero afortunadamente no ha hecho falta. El artista nos recibe en las oficinas de su sello y necesita poco empujón para empezar a hablar de este álbum, como un padre ilusionado habla de su recién nacido sin casi haberle preguntado. Confiesa que siente “alegría y alivio” al haberlo dejado, por fin, en manos del público. “Estoy feliz por como quedé yo con el disco, porque te aseguro que soy muy exigente y me costó llegar a estas diez canciones”.

 

 

Hablando del formato, explica que no ha sido fortuito. “Dije que quería un disco como en los 80. Ya es la leche pretender que alguien se siente a escuchar diez canciones del tirón”. No le falta razón. Y no quiere estancarse. “Intento no hacer siempre lo mismo para no caer en la rutina. Asomarme al precipicio”. Precipicio que le ha llevado a Los Ángeles para grabar con Thom Russo. Decisión con la que, dice, “se cierra el círculo”. Rulo ya estuvo a punto de trabajar con Russo cuando aún pertenecía a La Fuga, pero no pudo ser. “Sabía que algo dentro de mí tenía que hacer algo con él” y, al final, “la conexión ha sido total”. El nombre del álbum, “grabando en la meca del cine”, no podía ser otro que este: ‘Basado en hechos reales’.

 

“Heridas del rock and roll”

 

Si le preguntamos por lo más loco que podría contarnos ‘Basado en hechos reales’, esboza una leve sonrisa que nos encanta y nos da miedo a partes iguales. “Lo de romper habitaciones de hoteles lo hemos hecho todos en una época gilipollas de nuestra vida”. Se medio excusa. “Cuando éramos jóvenes… hemos hecho canalladas, la verdad”. Una realidad que choca frontalmente con el Rulo que tenemos delante; muy tranquilo. Se refleja, inevitablemente, en sus canciones, aunque “para mucha gente pueda ser una mierda”. Se refiere a aquellos que piden más ‘Pa’ qui Pa’ lla’, más rock, más ‘caña’. “Yo ya compuse eso, no quiero hacerlo de nuevo. Intento no imitarme”.

 



Intento no hacer siempre lo mismo para no caer en la rutina. Asomarme al precipicio

Con los años, asegura poder presumir de “tener cicatrices del rock and roll; heridas, ya no”. Se reafirma “en paz con el pasado”, aunque es consciente de que “la vida te va golpeando de otra manera” y es probable que se haga rasguños nuevos. ‘Basado en hechos reales’ le ha vuelto a desnudar (‘Polaroid’, ‘Verano del 95’, ‘Mal de altura’), pero ya no teme “ni a las críticas con mala leche” ni a confesarse “medio rockero y medio cantautor”.

 

 

De estos últimos, destaca a Andrés Suárez, y de antaño se recuerda comprando discos de Javier Álvarez o Pedro Guerra. Libertad 8 y Galileo Galilei forman parte, también, de su historia. “Sé que he bebido de esa fuente y me encanta”.

 

Rechaza la auto complacencia, “no te la puedes permitir”, y lo peor que podría pasarle, dice, es la indiferencia. “Al principio no lo entendía, pero luego comprendí que lo que tienes que hacer es despertar emociones, incluso malas”. Lo que ha interiorizado de forma sagrada es “no solo disfrutar lo que haces, sino disfrutar mientras lo haces”. “Ese es el verdadero éxito”, asegura; “y yo me lo he pasado pipa grabando este disco”.

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