La crisis sanitaria provocada por el coronavirus parece no ceder nunca, las últimas noticias alertan de cierres y restricciones en toda Europa.
Seis meses después de pasar lo peor de la primera ola de COVID-19, los datos negativos vuelven a los hospitales de España. El SARS-CoV-2 deja ya 936.560 casos en todo el país, según el último balance del Ministerio de Sanidad, y la Comunidad de Madrid acumula el mayor número de contagios con 276.790.
Sube la media de los pacientes ingresados por COVID-19
Por si fuera poco, como ya advertía el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, “está aumentando la edad de las personas que necesitan ingreso por COVID". Alegaba que a mediados de julio los hospitalizados mayores de sesenta años representaban el 15% de los pacientes totales, mientras que a finales de septiembre habían aumentado al 20%.
A día de hoy, según recoge ‘Nius diario’, el médico internista del hospital 12 de Octubre de Madrid y miembro del grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna, Antonio Lalueza, explica que “ya tenemos mucha gente de 75-80 años. Es cinco años más joven que la primera ola, pero ha aumentado respecto a verano". Sin embargo, desde los rebrotes llevan “ingresados desde el inicio 1.500 pacientes, es la mitad que en la primera oleada, aunque al final creo que llegaremos a ver al mismo número de pacientes pero de forma más progresiva porque la pendiente de la curva es totalmente distinta: en pocos días en marzo teníamos mil pacientes. Esta vez la pendiente ha subido más lentamente".
Por otro lado, Guillermo Maestro, facultativo del servicio de Medicina Interna Hospital 12 de Octubre de Madrid, alerta de que las personas mayores "son pacientes más frágiles, con movilidad reducida y patologías asociadas que hace más complicado su manejo y que hace que se prolongue el ingreso".
Además, en el hospital están sufriendo “un menor índice de recambio en el hospital”: no dan altas y los ingresos se mantienen, de manera que, si la situación se prolonga mucho en el tiempo, se podría llegar a un colapso en los hospitales.