El Ayuntamiento de Madrid mantendrá activado el escenario 1 del Protocolo de actuación para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno. Por lo tanto, la velocidad de circulación en la M-30 y en las vías de acceso en el interior de la M-40, en ambos sentidos, seguirá limitada a 70 kilómetros por hora, recomendándose el uso del transporte público en los desplazamientos que deban realizarse.
Este sábado 16 de enero, se superaron simultáneamente en dos estaciones de la zona 1 de la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire los 180 microgramos/m3 de dióxido de nitrógeno (NO2) durante dos horas consecutivas. A las 23:00 horas se rebasaron los valores en Ramón y Cajal y plaza de Castilla, habiéndose superado anteriormente en estas dos estaciones y también en Cuatro Caminos y en el barrio del Pilar.
El Ayuntamiento de Madrid recomienda el uso del transporte público, tal y como establece el protocolo, a sabiendas de las limitaciones actuales a consecuencia de los efectos del temporal.
¿Por qué se ha incrementado la contaminación?
Las circunstancias meteorológicas que han derivado en la activación del protocolo por contaminación son inéditas en Madrid. El temporal de nieve como consecuencia de la borrasca Filomena ha dado paso a una situación anticiclónica con temperaturas extremadamente bajas en la ciudad. La ausencia de viento y la capa de nieve que aún tenemos impide que el aire en contacto con el suelo se caliente y, por tanto, la inversión térmica en las capas bajas persiste durante todo el día, provocando la acumulación de contaminación.
Esta situación ha dado lugar a un aumento de los niveles de contaminantes, tanto de partículas en suspensión como de dióxido de nitrógeno, superando el nivel de preaviso establecido en el Protocolo de actuación para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno en la ciudad de Madrid en la zona 1 (interior de la M-30).
El objetivo del protocolo para episodios de alta contaminación es mejorar la calidad del aire de la ciudad y, por tanto, aumentar la protección de la salud frente a los efectos nocivos de la contaminación, especialmente la de los colectivos más vulnerables: infancia, mayores y personas con problemas respiratorios.