Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil denuncian que el Ministerio del Interior tiene 2.600 plazas sin cubrir, lo que ocasiona un déficit en materia de seguridad, puesto que hay cuarteles del Instituto Armado que tienen que cerrar por las noches e, incluso, puede que la Policía Nacional cierre algunas oficinas de denuncian para destinar más agentes a las calles.
En una época donde las fiestas patronales son frecuentes, esto se convierte en un problema, tal como señalan los sindicatos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, señalando a los cuatro heridos acuchillados en Móstoles o a los altercados que se repitieron de distintos pueblos el pasado puente de mayo. El presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, ya ha reclamado al Ministerio del Interior que se cubran las plazas vacantes.
Eficiencia a pesar de la falta de efectivos
Según la Asociación Unificada de la Guardia Civil, en el cuerpo hay vacantes unas 600 agentes plazas del total de la plantilla que cuenta con 7.100 efectivos. Por su lado, la Policía Nacional cuenta con 11.000 agentes de los 13.000 que debería tener.
La Jefatura Superior de la Policía asegura que los agentes actúan de forma profesional y efectiva
A pesar de las quejas, los agentes reconocen que en los casos de Móstoles y Cobeña, donde murió un joven de 20 años, se había desplegado un dispositivo adecuado a la situación, pero aún así se produjeron los altercados. La Jefatura Superior de Policía y de la Comandancia de la Guardia Civil asegura que a Móstoles acudieron incluso efectivos de la UPR desde Madrid y que un total de 20 agentes sofocaron rápida y eficazmente el altercado, aunque no pudiesen evitar las agresiones.
Cacheos
Majadahonda y Las Rozas cuentan con un protocolo de seguridad que se basa en el cacheo de los jóvenes que acceden al recinto ferial, que se encuentra totalmente vallado. Sin embargo, de manera habitual, en el resto del municipio no se procede de tal manera.
En este sentido, la Delegación del Gobierno de Madrid afirma que la tarea de los agentes em este ámbito es muy firme, lo que demuestra el aumento de las sanciones por portar armas blancas en 2018, año en el que la cifra fue de 3.614 multas, frente a las 2.391 registradas en 2017.