No podía llamarse de otra forma. ‘Amarillo’ es el título que David Rees ha escogido para su álbum debut, un color que siempre le ha definido por su alegría, vitalidad y positivismo. Sin duda, Rees tiene esos tres adjetivos detrás de su nombre, y así se puede apreciar en su música. Porque la vida sigue, pese a todo, y David no vislumbraba aletargar la salida de su primer disco por más tiempo, pese a las adversas circunstancias en las que se va a estrenar.
Un álbum que verá la luz el próximo 26 de junio y en el que el compositor ha decidido llevar al extremo al instrumento con el que hemos aprendido a relacionarle: el ukelele. Su amigo más fiel será capaz de dar los acordes para navegar entre diferentes estilos, como el pop, el reggaetón, el urbano y la balada, entre otros. Así nos lo cuenta David Rees, aún en la distancia y en la frialdad de una pantalla debido al coronavirus, pero con muchas ganas, ilusión y miras puestas en un proyecto “conceptual”, como él mismo define, con el que, por fin, da el primer paso oficial (en cuanto a publicación se refiere) en su más que prometedora carrera musical.
Abrazar a la gente
David Rees estrena un álbum, pero, quizá, no sea tanto esa la noticia como el camino que ha tenido que recorrer para ello. El artista se ha sincerado, siempre, a través de sus redes sociales (se dio a conocer por su canal de Youtube), y nunca ha tenido problema en reconocer los malos ratos que le ha dado la vida. “Las veces que he sentido que no encajaba”, nos decía en la primera entrevista en la que pudimos compartir unas palabras. Hablábamos de este ‘Amarillo’ aún sin saber cómo se llamaría, pero lo que sí sabíamos es que era fruto de muchísimo trabajo y de “no haber renunciado a quién soy”. Ahora, Rees tacha los días en el calendario para presentar su joya.
Como adelantos, hemos podido escuchar ‘Diamante’, ‘Abejas’ y ‘El universo entre tus ojos’. Esta última, de hecho, no estaba planeada que viese la luz antes del lanzamiento, pero, como siempre, David ha primado su generosidad por encima del gancho comercial. “Con este tema del confinamiento y de que los plazos se estaban alargando… le he visto sentido a sacar otro adelanto, y creo que era necesario sacar una canción sentimental que abrazase a la gente”, dice, incluso quitándole importancia. “No lo hago porque tenga o sienta que tengo hacerlo, es que es mi pasión, es lo que me gusta y me sale solo”.
“Me va a dar mucho coraje tener que tocar en salas con un aforo reducido para que la gente se quede fuera, o separados unos de otros"
Seguir adelante
David, al que vimos colaborar en ese #Yomequedoencasafestival y que ha estado más presente que nunca en el terreno digital, ha continuado con la fecha de lanzamiento aún en medio de la incertidumbre. Es consciente de que este disco no va a salir al mercado “igual que uno normal”, y “tampoco vamos a poder hacer una presentación a lo bestia”. Lo asume, lo entiende y lo comparte. “Hay unas condiciones nuevas a las que adaptarse, y al final lo importante es la salud de todos”.
Aún así, reconoce que le gustaría que la vuelta no fuese a medias tintas. “Cuando se pueda retomar, que sea bien y a lo grande. Me va a dar mucho coraje tener que tocar en salas con un aforo reducido para que la gente se quede fuera”, lamenta, “o separados unos de otros”. Evidentemente, las circunstancias mandarán porque, como asegura, “no he parado en estos meses y no creo que vaya a parar de aquí a corto plazo”, pero adelanta que, en su caso, prefiere “esperar al momento en el que se pueda saltar y llenar las salas y festivales”. Mientras tanto, es partidario de lo online, aunque no sea lo mismo. “De manera temporal, con entrada y un directo currado, puede ser una alternativa”.
Tras el lanzamiento, le gustaría que la gente pensase que “la espera ha merecido la pena, que se queden con ganas de más y, a poder ser, consigamos quitar un poco el estigma hacia el ukelele”.