El Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha realizado con éxito una trombectomía -extracción de un trombo- en una arteria cerebral a un bebé de dos meses, la primera vez que se da un tratamiento de este tipo a un niño de tan corta edad, ya que "no existen antecedentes publicados en la literatura científica nacional e internacional sobre un caso similar", ha explicado en un comunicado el centro hospitalario.
Tras un corto periodo de tiempo en Cuidados Intensivos y en planta de hospitalización, el paciente ha recibido el alta a domicilio dada su evolución favorable. El paciente continúa con seguimiento ambulatorio por Neurología Pediátrica y tratamiento con terapeuta ocupacional.
Como explica el centro, el lactante acudió a urgencias infantiles del 12 de Octubre a primeros de febrero por presentar síntomas compatibles con crisis epiléptica y hemiparesia -escasa movilidad de miembro superior e inferior derecho-. A través de la resonancia magnética craneal, se diagnosticó un infarto cerebral producido por un trombo en la arteria media izquierda en su parte inicial.
Esta arteria irriga sangre a la mayor parte de los hemisferios cerebrales, en cuyo lado izquierdo se localizan las áreas responsables del lenguaje, por lo que las consecuencias de su taponamiento por un trombo pueden ser potencialmente más graves que si ocurre en el lado derecho.
Ante esta circunstancia, y a pesar de tratarse de un bebé de pocos meses, con las limitaciones técnicas de material y uso de contraste por su pequeño tamaño y peso, se optó por iniciar un procedimiento para abrir la arteria, dadas las graves secuelas motoras, cognitivas y del lenguaje que podrían llegar a ocurrir si no se actuaba con rapidez.
En solo dos intentos la arteria quedó desbloqueada. Aunque el procedimiento concluyó con éxito, el paciente fue ingresado en Cuidados Intensivos Pediátricos para su vigilancia, donde permaneció solo 48 horas, ya que permaneció estable y evolucionó muy favorablemente, mejorando incluso la hemiparesia. El día siguiente al procedimiento se realizó una segunda resonancia magnética de control con hallazgos muy favorables, ya que el infarto no había progresado y la arteria se había abierto, aunque con un flujo sanguíneo menor de lo habitual.