Durante el mes de julio, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto más de 4.800 multas por botellones en la vía pública. Estas cifras contrastan con las sanciones impuestas entre marzo y abril, donde se tramitaron únicamente 686 expedientes.

En mayo y junio, ya en plena desescalada, la cifra aumentó hasta los 8.755, en una tendencia ascendente que ha continuado en julio. Ahora, desde el Consistorio se anuncia que se reforzará aún más la vigilancia para evitar este tipo de prácticas y que los agentes, además, no se permitirán reuniones de más de diez personas y el uso de mascarillas será obligatorio.

El distrito Centro encabeza la clasificación con un total de 3.505 multas por beber en la calle desde marzo, seguido por Usera (2.127), Carabanchel (1.353), Villaverde (1.301) y Latina (1.173). En el otro extremo están Barajas (57), Moratalaz (136) y Vicálvaro (136).

Las administraciones son conscientes de que el foco está en las reuniones sociales y las fiestas de amigos  y  que cada vez más gente joven se convierte en un foco del virus. De hecho, uno de los dos últimos brotes notificados fue en un bar de copas. Ahora, el Ejecutivo autonómico ha limitado desde este jueves las reuniones a un máximo de diez personas y ha decretado la hora de cierre a la 1.30; con imposibilidad de recibir nuevos clientes desde media hora antes.