La madrugada del pasado 13 de enero ocurrió un hecho insólito en Leganés: ni un solo agente y ni un solo vehículo de la Policía Local patrulló por las calles de la ciudad durante toda esa noche a cuenta de la escasez de efectivos disponibles en ese turno laboral. El origen de semejante desaguisado se encuentra en la gestión política del alcalde socialista Santiago Llorente, que parece empeñado en degradar las condiciones laborales de la Policía de Local, que cuenta con excelentes profesionales, pero que no dispone de los recursos humanos y materiales necesarios para desarrollar su labor en unas condiciones mínimamente aceptables.
Ofrezco un dato esclarecedor: la plantilla de la Policía Local tiene 80 plazas vacantes que el alcalde no tiene intención de cubrir, circunstancia que da lugar a situaciones como la que he expuesto al inicio de esta tribuna de opinión y que repercuten de forma directa en los vecinos de Leganés, que se encuentran claramente desprotegidos porque los encargados de velar por su seguridad y de garantizar sus libertades no cuentan con efectivos suficientes ejercer su tarea.
Reclamo a la señora González que, con su encomiable labor, sean los agentes de la Policía Nacional los que, de forma temporal, taponen las vías de agua que hunden la seguridad de los vecinos
Frente a la torpeza, a la ineptitud y a la desidia que reina en la gestión municipal, con un alcalde ausente y al que parece que no le importa nada, el Partido Popular se remanga, propone soluciones y actúa para tratar de resolver, dentro de sus posibilidades, una cuestión que inquieta a tantísimos vecinos y comerciantes locales. Firmada de mi puño y letra, el 19 de enero pasado le envié una carta a la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, la socialista Mercedes González, para solicitarle que incremente el número de efectivos de la Policía Nacional para hacer frente a los crecientes problemas de inseguridad que se registran en la ciudad.
Como el asunto de la seguridad en toda la Comunidad de Madrid es competencia del Gobierno central, reclamo a la señora González que, con su encomiable labor, sean los agentes de la Policía Nacional los que, de forma temporal, taponen las vías de agua que hunden la seguridad de los vecinos, tremendamente preocupados por la sensación de desamparo que padecen y por los constantes episodios de delincuencia que se registran a diario.
Si soy sincero, admito que tengo muy pocas esperanzas en que Llorente y González, ambos compañeros de partido, se pongan a trabajar para encauzar el problema de la delincuencia, pero es mi responsabilidad, mi deber y mi obligación denunciar lo que ocurre en mi ciudad y proponer soluciones. Por el bien de todo, espero que se actúe cuanto antes.