“Tranquila”. Así confiaba sentirse la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés, frente a la denuncia interpuesta por Vox contra ella por un presunto delito de odio alegando que “no tiene recorrido”. Los delitos de odio, aseveraba, “hay que demostrarlos”, y la libertad de expresión, afortunadamente, “está garantizada por la Constitución”. "Esta no tiene absolutamente ningún recorrido. Lo único que intenta de alguna manera es conseguir titulares a costa del Gobierno municipal", ha defendido la mandataria local en rueda de prensa. 

Defiende estar “absolutamente tranquila” poniendo de relieve que “era en otros tiempos, con el régimen que ellos defienden, cuando se perseguía a la gente por lo que decía y pensaba; algo que ahora no pasa”. Respecto a su opinión personal sobre Vox alegaba que es “pública y notoria, la he dicho en Pleno, en actos del PSOE, y no es que la diga yo, la dice mi secretario general de Madrid, de España y muchos ciudadanos de este país”. En este sentido, alegaba, Vox debería “abandonar el victimismo”. La formación verde, en palabras de la alcaldesa, “tiene deficiencias democráticas grandísimas, no respeta la Constitución, en cuanto a que, por ejemplo, no respeta las comunidades autónomas y quieren cargárselas", y que "tampoco respeta los derechos humanos" al considerar "personas de tercera" a quién no es español.