Las familias cuyos hijos están matriculados en el nuevo CEIP Isabel La Católica han alzado la voz. La apertura, prevista para el pasado mes de septiembre, se ha retrasado hasta el punto de no haber abierto sus puertas aún; como consecuencia, las movilizaciones de padres y madres con el fin de exigir a la Comunidad de Madrid la apertura “inmediata del centro”. Una de las madres afectadas, Esther González, ha explicado que su hijo, al igual que otros 12 niños de tres años, fueron matriculados en la primavera pasada en dicho centro, que iba a abrir sus puertas con el inicio de curso, pero que, ante el retraso de las obras, finalmente se les trasladó al CEIP Agustín Argüelles.

González asegura que estos 13 niños integrados en el Agustín Argüelles están "metidos en un zulo, en una clase de 2x2 metros, donde conviven con la directora y los tres profesores", algo que considera que está "vulnerando sus derechos a la educación y discriminando por no tener los mismos medios que el resto de niños". "Al principio estábamos de acuerdo con reubicar a nuestros hijos a otro colegio para que no tuvieran que sufrir todas las obras y peligros en su día a día", asegura González, quien afirma que "ninguno de ellos quería este centro en la solicitud", pero "por desgracia" no les dejaron elegir y "les asignaron este colegio". Aunque aceptaron resignados esta solución, ya que se les prometió que tras las vacaciones de Navidad el centro estaría en condiciones de abrir, lo cierto es que siguen "a la espera y sin noticia alguna", a pesar de que desde la Comunidad de Madrid se asegura que las obras ya están finalizadas.