Quiero dar las gracias a todos los empleados públicos y a toda la ciudadanía de Alcobendas por si comportamiento ejemplar, tras el paso de la borrasca Filomena por nuestra ciudad. Nos encontramos con la mayor nevada en casi un siglo y temperaturas bajo cero en los días siguientes que complicaron mucho la limpieza de las calles.

Soy consciente de que la nevada imposibilitó la vida normal de la mayor parte de los vecinos y vecinas. Sé que muchos creerán que no hicimos lo suficiente y es verdad porque fue imposible atender todas las necesidades que iban surgiendo con la rapidez deseada, pero lo que también es indudable es que pusimos todos los medios de los que disponíamos, y otros muchos contratados de manera extraordinaria, para atender las consecuencias del temporal.