David Guapo es sinónimo de risa. De buen humor. Todos hemos pensado viéndole en alguno de sus monólogos que podría ser, perfectamente, ese amigo que siempre convierte las reuniones más sencillas en un momento para recordar. Una de esas personas que se gana al público con una mirada, un gesto o una de sus expresivas caras. Que desprende el ‘buenrrollismo’ por excelencia y con el que a cualquiera le encantaría compartir una cerveza.
‘Que no nos frunjan la fiesta’ es uno de sus proyectos más recientes, espectáculo que el mismo artista define como una mezcla de “humor, improvisación y música”, pero, sobre todo, “muy divertido”. Una puesta en escena de la que Madrid podrá disfrutar este sábado 2 (23:30h) y domingo 3 de diciembre (21:30h), en el Teatro Cofidís Alcázar.
En SoyDe hemos hablado con el cómico para conocer más de cerca el show y, de paso, mandaros a todos un ‘esmes de amor’ para que no os perdáis la cita. Esta ha sido nuestra charla:
Hola, David. Lo primero, muchas gracias por sacar un hueco en tu apretada agenda para compartir este ratito con nosotros.
¡Gracias a vosotros!
Pregunta: El viernes llegas a Getafe con ‘Que no nos frunjan la fiesta’. Para aquellos y aquellas que aún no han ido a ver el show, cuéntanos qué van a encontrar allí.
Respuesta: Pues un espectáculo con mucho humor, improvisación y música. Sobre todo muy divertido, material que no ha salido nunca en televisión, que no está editado.
P.: Siempre que tenemos la oportunidad de verte nos lo pasamos muy bien contigo. Te has convertido en uno de los cómicos más importantes de este país. ¿Cómo se lleva esa bandera?
R.: La verdad es que muy bien, me da una predisposición a ser más gracioso todavía. Como todo el mundo da por hecho que hago gracia, se lleva bien (risas).
P.: Habrá días malos en los que no te apetezca ‘hacer gracia’ y tengas que mantener el personaje de David Guapo.
R.: No, en realidad es que no soy personaje, soy así en la vida. Si tengo un día muy malo, no salgo de casa, no porque no me apetezca ver a los seguidores, sino porque no me apetece ver a nadie. De todos modos, tampoco recuerdo tener días muy, muy malos. Realmente, no me molesta pararme y hablar con la gente.
Yo creo que los límites no están en el humor, están en la audiencia y en el lugar; tienes que saber dónde, cuándo y delante de quién hacerlo
P.: Has hecho cine, tele y teatro. De esos tres formatos, ¿en cuál te sientes más a gusto?
R.: Yo me siento más a gusto en teatro porque tengo el ‘feedback’ directo del público, que es la mejor parte: ver la risa que provocas es casi mejor que provocarla. Por el tema del directo, me quedo con teatro.
P.: ¿Recuerdas la primera vez que te subiste a un escenario?
R.: Sí, en Francia. Fuimos con un intercambio de aquí, de mi pueblo, de Castelldefels. Estaban hermanados con la ciudad de Lormont. Había otro grupo como de artistas, e iba la banda de rock de aquí a tocar allí, y me subí y canté. En público estaba ‘on fire’ (risas).
P.: Cuando comenzaste a trabajar, ¿llegaste a pensar que podías hacer una gira teatral como la que estás haciendo ahora tú solo?
R.: No, en verdad nunca planee ser famoso, por así decirlo, ser mega conocido. Nunca supe cómo, simplemente trabajando. Mi plan era ir a la mayoría de escenarios posibles, pero no contemplaba la televisión como un escenario. ‘El Club de la Comedia’ fue lo que me permitió la posibilidad da seguir con mi plan, que era llegar al máximo de gente posible. Pero planear creo que es imposible. Tener constancia y trabajo sí depende de ti, pero salir en la tele, etcétera… creo que es un mal objetivo.
P.: David, ¿el humor tiene límites?
R.: No. Yo creo que los límites no están en el humor, están en la audiencia y en el lugar. Tú tienes que saber dónde y cuándo decir cada cosa, y delante de quién. Si haces chistes de una enfermedad delante de un enfermo, seguramente no le siente tan bien, a no ser que el propio enfermo bromee con ello. Si alguien tiene cáncer y se está tratando y él mismo hace bromas sobre ello, a lo mejor sí, pero si está mal, a lo mejor no es buena idea hacerlo delante de él. Yo creo que ‘los límites del humor’ es una campaña de marketing de un grupo muy determinado de cómicos o presentadores que lo aplican a la televisión. Creo que es una campaña que han hecho unos pocos para justificar lo que quieren hacer ellos en tele, pero la tele no deja de ser una empresa con sus propias normas. Si tú quieres hacer un tipo de humor y la televisión no te deja, hazlo en otro sitio. Si lo que quieres es obligar a la tele o a otra empresa a quitarse sus normas y aceptar ciertas cosas, eso ya es otra batalla. Por eso creo que es una batalla disfrazada.
David Guapo, con el público de A Coruña, durante uno de sus shows. Imagen: MeriendaCena Producciones
P.: ¿Es más fácil hacer reír o hacer llorar?
R.: Creo que es más fácil hacer llorar, porque todo el mundo tiene más predisposición a eso. Es mucho más difícil encontrar los puntos comunes que hacen reír a todos que los puntos comunes que hacen llorar a todos. Al final, la muerte, la enfermedad, la pena…todo eso es muy fácil. Es muy fácil tirar de pena y arrastrar hacia la pena. Es más difícil tirar de alegría y arrastrar a la alegría. Que, en verdad, no es tan complicado, es una cuestión de predisposición. Si tú piensas que vas a hacer sonreír, es probable que acabes más tú y el resto acabéis más felices que si vas pensando que vas a hacer llorar a todo el mundo con tus mierdas (risas).
P.: Más allá de que seas como te vemos, entiendo que el humor tendrá algo de entrenamiento. ¿Cómo creas nuevos espectáculos?
R.: Es que en verdad soy así, nunca me he sentado a crear, a escribir. Como veo la vida así, si me sucede algo que creo que va a ser gracioso lo incorporo al espectáculo. Si en un espectáculo estoy haciendo algo e improviso algo divertido, eso ya se queda. Actúo más que creo. Paso más tiempo en un escenario que en un escritorio, el escenario me va sirviendo de laboratorio gracias a ese feecback del público. Tengo ahí una buena criba que no depende solo de mí, si soy gracioso o no, sino de si la gente se ríe o no.
P.: ¿Recuerdas algún momento sobre el escenario de pensar: “tierra, trágame”?
R.: No, porque todos los momentos son divertidos. Al final es cuestión de actitud, si yo me pongo la actitud de “tierra, trágame”, se va a la mierda el espectáculo. Si mi actitud de hacer reír no la cambio, se mantiene bien. Además, como nunca tengo una actitud negativa, creo que la gente ya ve la buena o la mala fe. Y, si vas con buena fe, es imposible que la gente no te perdone al momento.
P.: ‘Que no nos frunjan la fiesta’ va a estar en los días 2 y 3 de diciembre en el Teatro Codifís Alcázar de Madrid, además de seguir recorriendo la geografía española hasta principios del año que viene, pero no sé si ya tienes preparado algún proyecto para después…
R.: Hay algunos proyectos de tele bastante divertidos, algunos solo para online. Más inmediato, el estreno de la película ‘Sin filtro’, con Santiago segura dirigiendo y Maribel Verdú. De los otros, no te puedo contar mucho porque todavía no están muy empacados.