En ese tiempo no solo reciben formación académica, sino que también socializan, investigan sobre sus límites, sobre lo que les rodea, sobre ellos mismos y sus iguales.
En el instituto y en los colegios, el alumnado, aquellos niños, niñas y jóvenes, el futuro de la sociedad, pasan una media de entre seis y ocho horas, es decir, una jornada laboral estándar. Los institutos son protosociedades, con sus límites y su laxitud, pero espacios regidos por normas, que emulan las normas de la sociedad, y por valores, aquellos valores que deseamos para la sociedad adulta. Para que estos espacios funcionen se cuenta a nivel interno, con dirección, administración, jefatura de estudios, personal de limpieza, cafetería y el profesorado, a nivel externo, se cuenta con el propio alumnado, las familias, servicios sociales y los agentes políticos tanto municipales y autonómicos como estatales.
Una realidad a priori evidente y sin embargo generalmente invisibilizada a ojos de las instituciones. Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid no se escucha a la comunidad educativa, a los que trabajan a diario en los centros escolares, no prestan atención a las demandas que se llevan haciendo desde hace años. Una de esas demandas siempre ha sido la bajada de ratios, pero desde mucho antes de la pandemia. Posterior a la crisis de 2008, las mareas verdes ya protestaban por esta cuestión, bajar la media de 30 alumnos por profesor en la década pasada era una de las demandas más repetidas, ahora por salud pública, no es solo una demanda, es una necesidad.
En muchas ocasiones no es cuestión de tecnología punta, sino de inversión en espacio y en profesorado
Es evidente que la bajada de ratios no es la solución a los numerosos problemas que existen en la educación pública, pero con menor número de alumnado mejora la calidad formativa y educativa, el profesorado puede atender con mayor efectividad las necesidades de las personas que están en el aula, se puede adaptar de forma más eficaz cada clase y el mensaje que se quiere transmitir cada jornada.
En muchas ocasiones no es cuestión de tecnología punta, sino de inversión en espacio y en profesorado, una tablet o una pizarra electrónica ayudan, pero son la punta del Iceberg educativo. En este inicio de curso se ha podido observar de nuevo la renuncia de la calidad educativa con el regreso de las ratios prepandemia, la excusa es la recuperación formativa para los alumnos, la realidad es que el dinero destinado a Educación es cada vez menor. “Han intentado transmitir que se van a contratar cerca de más de 3000 nuevos profesores en la Comunidad, sin embargo, tal y como señala Isabel Galvín, Secretaria de Enseñanza de CCOO, estos puestos no son nuevos, sino que ya están siendo ocupados actualmente por profesorado interino, este curso arranca con un desfase de 5000 profesores menos con respecto al curso anterior, basta de utilizar las cifras.” comenta el Secretario de Organización de Podemos Alcalá de Henares Nacho García Ferrer
Desde Unidas Podemos se lamenta que no va a ser posible mantener la distancia de seguridad entre pupitres con las ratios anteriores a la pandemia, no es posible ni seguro meter una media de treinta alumnos y alumnas por aula, no es posible atender las necesidades del alumnado, como no lo era antes, con las ratios prepandemia. Hay que escuchar de una vez a los agentes educativos y atender a sus demandas hará de las instituciones unos entes comprometidos con la comunidad educativa y por ello con el futuro de la sociedad. Por estas razones, el grupo municipal se sumará en el próximo pleno a una moción conjunta para solicitar la mejora en la calidad educativa, y que primen la seguridad sanitaria y la educación sobre las excusas y la dejadez del gobierno autonómico.