Una y otra vez, Cristina, Juan Antonio y Juan no paran de repetir la misma palabra: pasión. Es, precisamente, eso lo que les mueve a seguir adelante cada día, a pesar de los obstáculos, a pesar de las pocas ayudas para seguir disfrutando de un deporte tan desconocido como bien cuidado en Torrejón de Ardoz y en España: el Kajukenbo.
Ellos son los encargados de cuidarlo en nuestra localidad. Lo hacen desde hace más de cuatro décadas. “El Kajukenbo llegó a España a través de la base áerea, cuando los americanos estaban en Torrejón. Un americano introdujo el Kajukenbo en Torrejón en el año 72, donde lo aprendió mi maestro y, desde entonces, él nos lo transmitió a nosotros y seguimos con ello”, recuerda Cristina Álvarez, que visita los estudios de Soyde. tras colocarse el cinturón de Campeona de Campeones en Las Vegas.
Cristina es la encargada de dirigir una escuela en Torrejón que no ha parado de ganar títulos a nivel internacional. Ella se enganchó al deporte por su marido, que, en un principio, era su maestro. Pero, ¿qué es el Kajukenbo? “El Kajukenbo es un arte marcial mixto, es una mezcla de 5 artes marciales: ka de karate, ju de judo, jiu-jitsu, ken de kenpo y bo de boxeo chino, boxeo con las manos y con las piernas”, nos explica la maestra.
Como si fueran su guardia pretoriana, Juan Antonio y Juan hablan con admiración de Cristina y de las bondades que ha aportado el Kajukenbo a sus vidas. “Gracias a Cristina y al Kajukenbo estamos conociendo países, conociendo mucha gente y es una pasión”, afirma Juan Antonio, que nos cuenta cómo su hija ya se ha enganchado a este deporte.
Juan, por su parte, rememora los tiempos, aquellos en los que tenía unos 8 años, cuando conoció a Cristina y a su marido. Fue en el colegio, lugar en el que practicó, por primera vez, el Kajukenbo: “desde entonces, es como una droga, es un vicio, no puedes dejarlo. Viajar, conocer países. Es lo que transmiten las artes marciales y lo que nos ha transmitido Cristina y su marido, que son unos valores humanos y personales. Eso es lo que te engancha”.
Muchos maestros de muchos estados de Estados Unidos se acercaron a Cristina a mostrar respeto hacia el Kajukenbo que había en España
Reinando en Las Vegas
Todos sabemos que en Las Vegas había un rey por excelencia. Movía sus caderas de manera hipnótica. Un rey que perdió su trono a principios de este verano. Cristina Álvarez y sus chicos lograron poner patas arriba el Kajukenbo internacional, ganándolo, casi, todo para nuestro país. David, José y Juan Antonio lograron un sinfín de medallas para la comitiva torrejonera, pero para el recuerdo quedará el título que, un año más, consiguió levantar Cristina: Campeona de Campeones.
“Cuando me dieron el cinturón, fue una alegría”, recuerda Cristina, asegurando que “son tantos momentos y sentimientos de plasmar así los tenemos ya en la retina guardados para siempre”. Pero hay trofeo que no son materiales, pero que tienen mucho más valor. Así lo cuenta Juan Antonio, que nos explica cómo se ve el Kajukenbo español desde fuera: “muchos maestros de muchos estados de Estados Unidos se acercaron a Cristina a mostrar respeto hacia el Kajukenbo que había en España, que es el que estamos transmitiendo. Y es un honor para mí y para todos los que acompañamos a Cristina”.
Han sido unos triunfos que dan valor al trabajo diario que realiza el más de medio centenar de miembros que entrenan en el club Kajukenbo Cristina Álvarez. Sobre todo, por la falta de ayudas económicas con las que cuentan. Vivir del Kajukenbo en España es muy complicado. A pesar de que seas, como Cristina, la mejor deportista torrejonera de 2019. Y, a pesar, de que sus seminarios de defensa personal se llenen de vecinas de nuestra ciudad. El Kajukenbo está más vivo que nunca. Que siga volando.