Imprevisible e in extremis. El acuerdo entre Ciudadanos y PSOE en Alcobendas ha sentado un precedente que ha roto con la tendencia nacional en materia de pactos y que abre una nueva era política en nuestra ciudad. El PP pierde una hegemonía con la que contaba desde hace 12 años con Ignacio García de Vinuesa la cabeza, en detrimento de Rafael Sánchez Acera y Miguel Ángel Arranz. Ambos liderarán un gobierno de coalición con un programa común que pone el acento en la limpieza y la movilidad del municipio, alternándose la alcaldía.
Recibimos en los estudios de Soyde. al socialista Sánchez Acera, encargado de capitanear el ejecutivo alcobendense durante la primera mitad de la legislatura.
Prioridades
La hoja de ruta del nuevo ejecutivo local parece estar clara. Entre las prioridades destaca la limpieza y el reto de la movilidad en una ciudad sobrepasada por la afluencia masiva de trabajadores a las empresas instaladas en Alcobendas.
El punto de acción se centrará en el contrato de limpieza que, según el actual regidor, se gestionó de manera “nefasta”. No descartan un incremento presupuestario que permita mejorar la recogida de basuras y el baldeo, a día de hoy insuficiente. “En el contrato de limpieza de Alcobendas hay muy poco baldeo. Se lo cargó el PP cuando hicieron el contrato”.
Los accesos a la ciudad es otro de los puntos negros a los que deberá hacer frente Sánchez Acera en esta legislatura, colaboración con su socio de Gobierno. La sobredimensión de la Nacional 1 podría llevar a Alcobendas a “morir de éxito”, por lo que aspira alcanzar consensos con la Comunidad de Madrid y el consistorio madrileño. Un proyecto ambicioso con el que pretende inaugurar una nueva etapa política en Alcobendas.
En el contrato de limpieza de Alcobendas hay muy poco baldeo. Se lo cargó el PP cuando hicieron el contrato
Futuros retos
Una de las herencias que recibirá el nuevo ejecutivo es el proyecto urbanístico de ‘Los Carriles’. La iniciativa, aprobada el último mes de la legislatura, no contó con el respaldo de la oposición por lo que actualmente se encuentra en stand by. “Si no conseguimos pararlo, hay que matizarlo muchísimo. Nos vamos a sentar con los propietarios para decirles que queremos mucha más vivienda pública con precio mucho más asequible”, asegura Sánchez Acera, aunque reconoce que la vivienda no es el único escollo. El monte Valdelatas y la protección mediomabiental también se interponen en un proyecto que a día de hoy está en el aire y el regidor avisa: “veremos si damos luz verde o no a un proyecto nuevo que no se parecerá en nada al que ahora mismo está en los papeles”.
‘Los Carriles’ no será el único escollo que deba sortear Sánchez Acera. Pese a su oposición a hablar de líneas rojas en lo que al pacto con Ciudadanos se refiere, lo cierto es que la aprobación de las ordenanzas que regularán los inpuestos durante el próximo ejercicio puede plantearse, a priori, compleja entre dos partidos con políticas fiscales opuestas. El primer edil trata de zanjar la posible brecha en este capítulo, asegurando que el IBI se mantendrá en el tipo mínimo y anuncia bonificaciones para aquellos vecinos que “lo están pasando mal” y descuentos en los precios públicos.
La fiscalidad sentará las bases para la elaboración de unos presupuestos que “cuadren”. Un deseo que se antoja más como un reto, ya que Alcobendas está funcionando con presupuestos prorrogados.
A esta ‘lista de deseos’ se suman las demandas al Gobierno regional: un nuevo instituto público, la creación de nuevas escuelas infantiles y un centro de especialidades. La tarea se presenta ardua para quien asegura, asume esta nueva etapa “ilusionado, con muchas ganas de conseguir que Alcobendas vuelva a ser una ciudad de la que se sientan orgullosos los alcobendenses”.