El ataque de ira del individuo, viene precedido tras dar positivo en un control de alcoholemia. Los propietarios de los vehículos se encontraron al día siguiente una nota de la Policía, avisando que el autor de los hechos estaba detenido e invitaban a proceder una denuncia sobre lo sucedido.

Los vecinos catalogaron los hechos como "una salvajada" y se lamentaban que se quedaban sin poder usar su vehículo la misma mañana que descubrieron los desperfectos.