Piensen en una sensación mejor que la de notar como los pelos se nos ponen de punta. Piensen. No es sencillo. Es más, es muy complicado encontrar una. Por eso, ver a los más de 100 niños que han participado en el clínic de los All Blacks realizando una jaca, sin fallar en un solo movimiento, ha sido una sensación inmejorable.
La jaca se ha convertido en una de esas maravillas que hacen del deporte el entretenimiento por excelencia. Un modo de vida que, en Nueva Zelanda, es, casi, como una religión. La jaca y, por supuesto, el rugby.
La Selección neozelandesa ha elegido las instalaciones de la Universidad Francisco de Vitoria de Pozuelo de Alarcón para poner en marcha su único clínic en Europa. Una experiencia única, inolvidable y que, sin duda, hace crecer la afición por el rugby en nuestro país.
100 elegidos
Al menos, eso reflejaban las caras de los más de 100 jugadores, de entre 14 y 18 años, que atendían expectantes a las explicaciones -en inglés- de, entre otros, el director de desarrollo de jugadores de Nueva Zelanda, Peter Harold, o del director de desarrollo regional, Wayne Marsters.
Una semana en la que los elegidos han convivido en la universidad, trabajando los aspectos del juego y sus habilidades individuales, supervisadas por algunos de los mejores técnicos de rugby del mundo.
Los elegidos han convivido en la universidad, trabajando los aspectos del juego y sus habilidades individuales, supervisadas por algunos de los mejores técnicos de rugby del mundo
Pero, por si fuera poco, por el campus se han pasado personalidades ilustres de nuestro rugby. Entre ellos, el capitán de la Selección Española de Rugby, Jaime Nava, quien ha estado dialogando con alguno de los organizadores del campus.
También ha participado Mar Álvarez, la preparadora física de la selección nacional o el internacional de origen neozelandés Brad Linklater. El seleccionador de Seven, José Ignacio Inchausti tampoco ha querido faltar a la cita y ha hecho acto de presencia por el centro universitario.
Experiencia inigualable
Tras una semana intensa, los padres y amigos de los chicos y chicas que han participado en el campus han tenido la oportundiad de disfrutar, de primera mano, del trabajo realizado en el clínic.
Varios partidos que nos han dejado ensayos espectaculares y muy buen nivel entre los jugadores y jugadoras locales, dejando un gran sabor de boca entre los técnicos de los All Blacks.
Y como decíamos al principio, el acto abierto a público y prensa, ha finalizado con la tradicional jaca neozelandesa, un ritual que repiten, siempre, antes de los partidos, con el que, no dudamos, intimidan a sus rivales.
En disposición, desde los más pequeños hasta los más mayores, han llevado a cabo el rito, que ha dejado boquiabiertos a los presentes. Y, como podemos atestiguar de primera mano, ha hecho que se nos pusiese la piel de gallina.