Un episodio que se suma a los cientos que tienen lugar cada día y que, desafortunadamente, no llegan a a ser interceptados por las fuerzas de seguridad. Una falta de concienciación con el medioambiente que provoca que, a día de hoy, el río Guadarrama sufra una grave contaminación, fuertemente denunciada por distintas plataformas. La última, Ecologistas en Acción, que ha solicitado la creación de una mesa de diálogo entre el Gobierno regional, los ayuntamientos afectados y las plataformas en pro del medioambiente para abordar la fuerte problemática de la zona.

En esta ocasión, la operación ha tenido lugar dentro de las labores habituales de vigilancia que desarrolla la Policía Municipal de Móstoles para controlar e impedir los vertidos ilegales. El cauce del Río Guadarrama es una zona de especial protección porque forma parte del Parque Regional, zona protegida de la Comunidad de Madrid. La administración recuerda que la realización de un vertido en una zona protegida puede suponer sanciones de entre 30.001 y 3.000.000 de euros.