Una importante obra de ingeniería. Así la catalogan desde el propio centro, y es que el Hospital Universitario de Móstoles cumple un año desde que comenzase su Plan de Eficiencia Energética con el que pretende emitir 1.820 toneladas menos de CO2 al año. El equivalente al CO2 que absorben durante una década un total de 30.094 árboles.
Proyecto ambicioso que se ha basado en cuatro áreas fundamentales del hospital: el sistema de climatización, con una inversión aproximada de 3,5 millones de euros; la renovación del 80 % de los ascensores por otros con motores y controles más eficientes; el cambio de más de 5.300 luminarias; y el nuevo acceso al hospital, con la renovación de las dos puertas que dan acceso a los casi 400 metros cuadrados y más de seis metros de altura de la entrada, y cuya climatización supone una inversión continua de energía para lograr una temperatura que proporcione bienestar en este gran área.
Unos cambios que se han acometido no solo en el hospital, sino también en sus centros adscritos, el de Especialidades 'Coronel de Palma' y el Centro de Salud Mental.
Costes y plazos
Los trabajos que ha realizado el Hospital Universitario de Móstoles para conseguir ser más eficiente han contemplado, además, la construcción del nuevo edificio de calderas, así como la adquisición de nuevos equipamientos. Los costes ascienden, por ende, a los más de 11 millones de euros.
Los costes de los trabajos ascienden a los más de 11 millones de euros
Sin embargo, el hospital destaca que la transformación de mayor envergadura acometida hasta el momento es el cambio del sistema de climatización con gas natural, que ha supuesto el acondicionamiento de la infraestructura que alberga las calderas.
Gran parte de la reforma integral de la central térmica se ha realizado en este último trimestre, permitiendo ya desde hace un mes que el sistema de climatización del hospital funcione con las nuevas instalaciones de gas natural. Durante los próximos meses, se efectuarán las actuaciones relacionadas con el cambio y puesta en marcha de los nuevos equipamientos de producción de frío.
El centro incide en la complejidad que supone realizar toda la transformación sin dejar de realizar actividad asistencial. "Es un reto", aseguran, que se alargará, hasta su finalización, "en los próximos años".