La delincuencia en la zona de Parque Coimbra-Guadarrama de Móstoles es tangible, y preocupante. Así nos lo han hecho saber fuentes residentes en la zona, que prefieren no revelar sus datos por tener negocios que podrían ver perjudicada su imagen o, incluso, por temor a posibles represalias.
Los asaltos se acometen en viviendas, locales e, incluso, comienzan a ser visibles en plena calle. Nos lo asegura la propietaria de un restaurante. “Se ve mucha policía, y se escucha en el local que muchos vecinos cuentan que les han robado”.
La misma propietaria, también residente en la zona, confiesa haber sufrido “cinco robos en el local y dos en mi casa” en los últimos tres años. El primero, lo recuerda perfectamente, “fue en enero de 2015”. Nos reservamos los detalles por petición de la afectada. Entre los objetivos de los ladrones comienzan a estar, también, los coches. “Normalmente de alta gama”, asegura la vecina mostoleña.
Entre las causas posibles a este “nivel de delincuencia bastante grande”, nuestras fuentes aseguran que se encuentran las colonias del río Guadarrama y “la gente que allí vive. En su mayoría, son gente conflictiva”, dicen los vecinos, refiriéndose al asentamiento ilegal de Las Sabinas, enclavado junto al río Guadarrama, entre Móstoles y Arroyomolinos.
Lucas se va sin el realojo de Las Sabinas
El realojo del poblado de Las Sabinas está en proceso, y es una de las promesas que llevan escuchándose desde hace años por parte del consistorio mostoleño, en la actual y en la anterior legislatura. La solución a ese problema se dilata en el tiempo, entre otras cosas, porque depende de “la voluntad de las familias a ser realojadas”, tal y como ha declarado en alguna ocasión el ex alcalde de la ciudad, David Lucas, recientemente dimitido. Una dimisión que, además, deja en jaque a Móstoles con este problema, porque Lucas vaticinó, casi con certeza, que “a lo largo de la actual legislatura o principios de la que viene” estaría completada la primera fase del realojo.
Promesa que se lleva con él, que no va a ver cumplida como primer edil de la ciudad y que, ahora, los vecinos y vecinas desconocen si se cumplirá por parte del próximo alcalde. “Mientras tanto, nuestro barrio se llena de delincuencia. Es una pena, porque hay casas muy bonitas, y no se puede disfrutar de ellas”.
Los mostoleños apuntan, también, a Navalcarnero. Aseguran que “de allí llega mucha delincuencia”. De hecho, para apoyar sus palabras, nos explican que dos de los asaltantes que se descubrieron en ‘plena acción’ en una de las casas “eran dos hombres de nacionalidad rumana que residían en Navalcarnero”.
Saben cuándo estás, dónde y por qué. Los asaltantes nos tienen muy controlados (a los vecinos), hay una exhaustiva vigilancia
Delitos organizados
Los responsables de los delitos “no son principiantes”. Los afectados aseguran que se trata de “gente organizada” que realiza una exhaustiva vigilancia sobre sus víctimas. “Yo he estado en casa dos semanas, con el niño malo, y he salido 15 minutos y me han entrado a robar. Saben cuándo estás, dónde y por qué. Nos tienen muy controlados, hay una vigilancia absoluta”, cuenta una de las víctimas.
Miedo y frustración son los dos sentimientos que más nos comparten los vecinos de Coimbra-Guadarrama. “Vas a denunciarlo a la Policía y no te dicen nada. Que esperes la resolución”.
El mostoleño barrio es, también, una de las residencias de ‘El Taca’, el mayor especialista en reventar cajas fuertes en España, detenido en mayo de 2017, lo que hace que los vecinos y vecinas estén, aún más, en guardia.
El PP pide contingencia
Un cóctel de elementos que han sido llevados, por parte del Grupo Municipal Popular, al último Pleno de la ciudad, el pasado 25 de enero, en forma de ruego. “Proponernos elaborar un Plan de Contingencia, que contemple un plan de coordinación con la Policía Nacional, para que dichas medidas sean comunicadas a los vecinos, que son los primeros afectados”, data el texto de los populares, aunque no especifican en qué se basaría ese plan ni qué actuaciones llevaría a cabo de forma práctica.
“No me voy de aquí porque lo que me darían por mi casa no es ni la mitad de lo que vale”, dice una vecina que, espera, se solucione el problema “lo antes posible”.