¿Podríamos estar ante un parón en el número de nuevos infectados por coronavirus? La pregunta deriva de los últimos datos aportados por el Ministerio de Sanidad, donde se refleja que ayer, 31 de marzo, la afluencia de nuevos infectados a los hospitales habría comenzado a descender ligeramente. Un claro ejemplo, las urgencias, principal foco de contención y de 'criba' a la hora de saber quiénes son positivos en COVID-19 y quiénes necesitan hospitalización inmediata. Según las mismas fuentes, se contabilizan 1.800 enfermos en estos servicios de urgencias frente a los 2.600 que se contabilizaban el 30 de marzo. Un descenso significativo que se centra, especialmente, en la Comunidad de Madrid.
Si estas cifras que mantuviesen, indican desde Sanidad, podría empezar a hablarse del tan mencionado pico y posterior descenso de la curva de contagios en nuestro país. Todo ello, claro, si se consolidan las cifras en los próximos días.
El cambio, de permanecer, tardará más en notarse en las UCIS, donde aún se encuentran al límite de su ocupación
Un cambio que, de permanecer los próximos días, tardará aún más en notarse en las UCIS, donde continúan al límite de su ocupación. Si bien es cierto que, en la Comunidad de Madrid, algunas han conseguido reducir su número de pacientes intubados desde el 29 de marzo (como el hospital de Coslada, que ha pasado de 26 a 23), la cifra más desoladora se la lleva el Gregorio Marañón, con 119 ingresos y, de ellos, 109 intubados. Datos que comparte con el hospital de La Paz.
En el cómputo total a día 31 de marzo, las UCIS, servicios de reanimación y quirófanos acogen a 1.512 infectados sólo en Madrid, 67 más que el día 30, cuando se registraron 1.445. De ellos, 1.395 se encuentran intubados, frente a los 1.354 del lunes. La otra cara de la moneda, el aumento de las altas por mejoría, que ha pasado de 209 a 249, es decir, 40 más. Sin embargo, las muertes se han elevado de las 264 del lunes a las 283 contabilizadas ayer.
La tasa de mortalidad en UCI sigue subiendo y alcanza el 18,71% frente al 18,26% del lunes, lo que equivale a decir que casi uno de cada cinco enfermos graves no logra resistir el impacto de la enfermedad.