Jesús de Medinaceli, el señor de Madrid, es una de las imágenes con mayor devoción que existe en la capital y en España. En Madrid, reside la Archicofradia Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Sin embargo, no es la única, ya que existen agregaciones desde otros puntos de España.

La talla del Cristo de Medinaceli surge en el siglo XVII en unos talleres sevillanos relacionados con Juan de Mesa. La imagen tuvo como primer destino Marruecos, concretamente La Mamora. Allí se la llevaron los frailes capuchinos hasta que cayo la ciudad. En ese momento es tomada por los árabes que se la llevan a otra ciudad marroquí como símbolo de victoria.

El Cristo de Medinaceli será arrastrada por el suelo hasta que un padre Trinitario vio la escena. En este momento, el trinitario decide hablar con el rey para recuperar a Jesús de Medinaceli. El valor que le daban era el peso en oro que tenía. La tradición cuenta que tan solo peso 30 monedas, obrándose así un milagro. La compra realizada por los padres Trinitario le da el escapulario que lleva colgado en el pecho con una cruz roja y azul.

Después de esta salvación, llega a Madrid en 1682. En un principio se le va a conocer cómo Jesús del Rescate. En 1710 se constituye la Congregación de Esclavos de Jesús Nazareno. A lo largo del siglo XVII y XVIII, este Cristo pasará por distintos conventos de la capital madrileña hasta que los duques de Medinaceli donan unos terrenos para construir su capilla. Por eso, recibe el nombre de Jesús de Medinaceli.

Aquí no acaba la historia, porque una vez estalla la Guerra Civil es escondido en la cripta de la Iglesia en una caja de madera y envuelto en sabanas. La Capital cae en manos republicanas. Será descubierto por un batallón republicano durante 1937. Se decidió salvar la figura llevándola a los fondos del Museo del Prado.

Una vez que se traslado el Gobierno a Valencia se la figura se Jesús de Medinaceli se llevo allí. Cuando la capital del Turia también fue tomada por el bando franquista, los republicanos fletaron trenes con obras de arte, estando el Nazareno en el primer convoy. Llegó a Ginebra (Suiza) paso unos meses allí hasta 1939 que regreso a Madrid. Tras esta llegada a la capital, el pueblo madrileño recibió al Cristo de manera masiva.

A partir de este momento se estrecho mucho más el vinculo entre Madrid y el Señor de Medinaceli. Se empieza a venerar en la actual capilla, en la Plaza Jesús número 2. Además se pone el día de culto el primer viernes de cada mes donde recibe multitud de visitas. 

La festividad principal de Jesús de Medinaceli es el primer viernes del mes de marzo. En esta fecha se produce un multitudinario besapiés, al que suele acudir un miembro de la casa Real. Luego tiene otro gran momento que es el Viernes Santo. Este día el Señor de Madrid visita las calles De la Villa y saluda a los fieles. 

Esta Semana Santa será la segunda en la que no pueda salir a recorrer las calles debido a la situación sanitaria que vivimos. El año pasado Jesús de Medinaceli salió al pórtico de la mano de los hermanos Capuchinos que le custodian. Este año se celebrará una procesión claustral en su capilla a las 20:00 del Viernes. En este acto se encontrará con su madre Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad. 

Esperemos que el año próximo el Señor de Madrid pueda volver a recorrer sus calles y que la gente se pueda volver acercar a él.