Hace semanas que fuentes internas del PP aseguraban que “la derecha no va a desperdiciar la oportunidad de gobernar en la Comunidad de Madrid”. Dicho y hecho. Aunque el pacto parecía lejano por momentos, con escollos difíciles de sortear, especialmente por la actitud que Vox y Ciudadanos escenificaron durante las negociaciones, evidenciando diferencias, a priori, insalvables, esta mañana se ha confirmado que el PP retendrá uno de sus principales bastiones. 

 

 

Vox situaba como una línea infranqueable el “reparto” de las 13 consejerías con las que contaría el nuevo gobierno en esta legislatura y que recaerían en manos de Ciudadanos y PP. Un acuerdo que ambas formaciones suscribieron sin la firma de Vox, un acto que Monasterio afeó en una rueda de prensa posterior a la publicación de las 155 medidas pactadas entre Aguado y Díaz Ayuso. La formación de Abascal también requería la eliminación de ciertas disposiciones en materia LGTB, una exigencia a la que han renunciado ante la negativa del partido naranja.

 

Falta por concretar la fecha de la investidura, aunque todo parece presagiar que el mes de agosto llega con un nuevo ejecutivo.