Así lo ha anunciado a través de los medios oficiales del club, en los que ha explicado que, al término de la pasada temporada, habló con el entrenador y éste le dijo “que quería que me quedara cerca de los jugadores porque habría varios cambios. Trataré de hacer todo lo que pueda para ayudar a mis compañeros".

La prioridad de Casillas, a pesar de que cambiará el terreno de juego por los despachos, es la de seguir jugando al fútbol. Por ello, y desde que sufriera el infarto, el portero ha salido al paso de todas aquellas noticias que informaban sobre su posible retirada del fútbol profesional.

Casillas tiene contrato con el Oporto hasta el verano de 2020. El club ha dejado en su mano la decisión sobre su futuro, abriéndole las puertas de la institución para que sea parte activa del nuevo proyecto.