Miles de hosteleros se encuentran en una encrucijada, el confinamiento, el distanciamiento social y el miedo a contagiarnos y padecer la COVID-19, pone en serio peligro la subsistencia de muchos establecimientos.

Este hecho ha provocado que muchos empresarios agudicen su ingenio en busca de una solución temporal, o quién sabe, quizás se alargue en el tiempo. En este caso, el diario inglés ‘The Telegraph’ recoge una ingeniosa iniciativa de un restaurante holandés.

Pequeñas cabinas acristaladas con forma de 'casita' ha sido la apuesta de este restaurante. Construidas para dos o tres personas, cuentan con un espacio íntimo con unas espectaculares vistas.

El protocolo de seguridad consiste en una gran tabla de madera con la que los camareros sirven los platos. Además, van equipados con guantes y protectores faciales.

¿Te lo estás pensando? Descúbrelo en este vídeo: