Este año pone fin a su historia de una forma atípica, acorde a todo lo ocurrido durante sus 365 días. De esta forma, la fiesta de fin de año se dará con bares y discotecas cerradas, así con la imposición de un toque de queda; un hecho irreal años atrás, donde Nochevieja siempre ha sido una buena ocasión para reunirse y disfrutar hasta altas horas de la madrugada.
Con el cierre de locales y las restricciones impuestas en cuanto a número de personas, y horario, el ocio nocturno ha calculado una oleada de 10000 fiestas clandestinas que podrían poner en riesgo la salud de todos. Spain Nightlife ha sido el encargado de advertir de las graves consecuencias que puede provocar la realización de estos encuentros ilegales, ya comunes en ciudades como Madrid y Barcelona.
SpainNightlife invitaba a las comunidades a “cambiar su estrategia cuanto antes, si no quieren contribuir a fomentar celebraciones en lugares clandestinos sin medidas de control”
La Patronal ha pedido al Gobierno reducir las restricciones, permitiendo a los locales abrir hasta las tres de la madrugada. Una propuesta que pretende acabar con las fiestas clandestinas, permitiendo a aquellos que quieren celebrar fin de año hacerlo de una forma segura en lugares que cumplan con las medidas y restricciones sanitarias. De esta forma, se reduciría en un 60%-70% la oferta de ocio nocturno ilegal.
SpainNightlife invitaba a las comunidades a “cambiar su estrategia cuanto antes, si no quieren contribuir a fomentar celebraciones en lugares clandestinos sin medidas de control”. A cambio, si se rebajan los límites impuestos para estas navidades, los bares y restaurantes, se comprometen a condicionar los lugares de forma segura y legal en celebración de fiestas; manteniendo, por encima de todo, la salud de todos como elemento primordial.