Eran las 2:49 horas de la madrugada del viernes al sábado cuando la Plaza de España de Leganés se iluminaba por completo. Y no, de repente no había llegado el día a la fría noche de nuestra ciudad. Las espectaculares llamas que calcinaban el Belén instalado en la céntrica plaza leganense servían para convertir en simples cenizas el nacimiento que, durante toda la Navidad, han visitado cientos de vecinos y vecinas.

Según informó el Ayuntamiento de Leganés, y basándose en los informes emitidos por la Policía Local y los Bomberos, el fuego se inició en las sillas de un establecimiento hostelero que, al arder, cayeron sobre la propia carpa del Belén.