Esta cámara se situará en diferentes puntos estratégicos como colegios, institutos, parques infantiles, centros de salud o vías principales en las que se generan más riesgos y se pueden prevenir accidentes causados por una velocidad excesiva.

Pese a que, durante todo septiembre, funcionará a modo de prueba y los agentes solo darán el alto para informar a los conductores del uso de esta nueva herramienta y la infracción cometida, a partir de octubre estará operativo para sancionar a aquellos que superen el límite marcado. Y la sanción puede ser una multa administrativa de 100 euros, la pérdida de puntos o, incluso, la retirada del carnet. Pero que nadie se alarme porque se han instalado 100 señales de advertencia de la existencia de este dispositivo.