De este modo, ubicar una nueva fábrica en España facilita el mantenimiento y montaje de todos los vagones del contrato para Casablanca. Aunque la empresa se dedicará a otras actividades progresivamente, como los encargos de Ouigo, el primer operados que se estrena en España tras la liberalización ferroviaria.

Así, por medio de este nuevo centro de unos 3.000 metros cuadrados ubicado próximo a los talleres de mantenimiento de los que ya dispone en Getafe, Alstom pretende aumentar la capacidad productiva que tiene actualmente para poder asumir todo proyecto que se adjudique desde cualquier parte del mundo.

Por otro lado, Maestu ha defendido la necesidad de traer a España la tecnología necesaria para empezar a desarrollar trenes que funcionen con hidrógeno. Según el empresario, parte de los fondos de recuperación europeos que recibirá el país tras la pandemia deberían destinarse, no ha traer la sustancia, sino los medios para que puedan utilizarla y aprender a trabajar con el hidrógeno.