Antonio Caballero
@DonAntonioCG
Hay personas que parecen tocadas con una varita mágica. Personas con un don, una facilidad gigantesca para convertir en oro todo en lo que participan. Aauri Bokesa lo lleva con naturalidad. Es más, es muy complicado que no te saque una sonrisa en los primeros diez segundos de conversación. Su humildad, su carisma y su facilidad de palabra hacen que no olvidemos que, a pesar de que Suiza nos la ha robado temporalmente, jamás dejará de ser esa chica de Fuenlabrada que volaba por las pistas de atletismo de toda España.
Reconoce que allí, en un tranquilo pueblo suizo, consigue la paz que no tiene en Madrid. “Uno de los inconvenientes cuando vengo a Madrid es que quiero hacer muchas cosas”, afirma, explicando que “al final, tienes la cabeza más dispersa y cuesta más cuidar la alimentación”. Lo dice, sobre todo, por los platos de garbanzos de su madre, cargados de una lista de ingredientes que, en su casa centroeuropea, están prohibidos.
Sin podio nacional
Nos encontramos con ella en un momento que, para cualquier deportista, es complejo. Después de 10 años de alegrías, no ha podido subirse al podio en un Campeonato de España. Fue en Ourense, en la competición de pista cubierta. “Al final, una no puede estar ahí siempre”, asegura, como siempre, sonriendo. No fue la mejor competición de su carrera, pero saca el lado bueno de las cosas: “cada competición me la tomo como un aprendizaje, tanto vaya bien como vaya mal”.
Analiza y afirma que “estas cosas hacen valorar, siempre a toro pasado, lo que es tu carrera deportiva, todas las veces que has estado ahí”. Y es que Aauri Bokesa nos había malacostumbrado. Se ha convertido, en estos últimos dos lustros, en la mujer más rápida en los 400 metros lisos. Nadie ha sido capaz de quitarle ese título simbólico. Al menos, al aire libre, donde sigue siendo la mejor.
Un sueño olímpico
En verano lo quiere volver a demostrar. En mente está, como no puede ser de otra forma, Tokio 2020. Serían sus terceros Juegos Olímpicos tras Londres 2012 y Río 2016. Participar en ellos, como nos cuenta la propia Aauri Bokesa, “sería el broche final a mi carrera deportiva”. Para llegar a ellos, tendrá que pelear, sobre todo, en los meses previos a su celebración.
El Campeonato de España al Aire Libre da bastantes puntos, así que el objetivo es ganarlo y hacer una buena marca
“Las opciones de clasificarme son muy difíciles”, nos explica, aunque, ahora mismo, por ranking, estaría dentro. Para estar en Japón, sabe cuáles deben ser sus objetivos prioritarios: “el Campeonato de España al Aire Libre da bastantes puntos, así que el objetivo es ganarlo y hacer una buena marca. Después, tengo que buscar un par de competiciones más para poder sumar más puntos”.
Aauri sabe, de todas formas, que solo irá a Tokio si es para competir. “No quiero ir si no puedo estar al 100%”, nos asegura, añadiendo que “no quiero ir solo por participar una vez más”. A sus 31 años, y como ella misma expone, sería el broche perfecto para una carrera que, curiosamente, comenzó en el baloncesto. El atletismo ha dejado a un lado sus sueños de volver a las canchas. En las pistas aún hay objetivos que cumplir. El primero, participar en los terceros Juegos; el segundo, estar en una final europea peleando por los primeros puestos.
Su mejor carrera
Cuando se retire, Aauri habrá dejado atrás un legado para las siguientes generaciones. Será difícil ver a una atleta tan constante y profesional como ella en el panorama nacional. También, tan comprometida con los pequeños. Así lo demuestra con su proyecto educativo. La atleta, trabajadora social de profesión secundaria, ha puesto en marcha, junto a Rodrigo Pardo, una iniciativa de educación en valores a través del deporte para niños y niñas que están en acogimiento residencial.
Gracias a él, un educador deportivo va, dos veces a la semana, a varios centros educativos –uno de ellos está en Pozuelo de Alarcón-. Allí, hace deporte con los niños y niñas, inculcándoles valores como el respeto, la participación, la autonomía personal, así como la ayuda, el liderazgo, el trabajo en equipo y el compañerismo. Aauri ha demostrado ser la mejor dentro de la pista, pero, también, va camino de serlo fuera de ella.