Reconoce, asimismo, que “con dos o tres llamadas me decidí, fue suficiente”. El Fuenla suma gol, pero también mucho trabajo: “soy un jugador de envergadura, pero me identifica siempre trabajar y dejar todo en el campo. Yo siempre digo que con el trabajo todo llega, los goles que meta tu compañero, la asistencia, abrir el espacio para otros compañeros, meter gol…”.

Gassama quiere retomar, en Fuenlabrada, la buena dinámica que le cortó el cambio de entrenador en Almería, un equipo para el que “solo tengo palabras de agradecimiento”. Por suerte, Sekou ha elegido nuestra ciudad, la misión más complicada teniendo en cuenta el número de ofertas que tenía sobre la mesa. Pero, como dice Miguel Melgar, “el club ha conseguido algo difícil y es que los jugadores quieran venir a jugar”.