Tras la polémica sembrada por el cierre de la línea 7B del suburbano madrileño a su paso por los municipios de Coslada y San Fernando de Henares, la Comunidad ha iniciado los trabajos para proceder al estudio geotécnico del suelo. La Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras ha avanzado en el Consejo de Gobierno el contrato de asistencia técnica para el citado proyecto. Un plan que forma parte de la hoja de ruta que anunció el consejero del ramo, Ángel Garrido, con el fin de “atender cuanto antes los problemas que sufren algunas viviendas de San Fernando en el entorno de la línea 7B”.
Trabajo minucioso
Se trata de hacer un análisis específico y detallado de la zona y, en especial, de las viviendas afectadas para, entre otros aspectos, conocer el nivel de daños existente y su posible evolución. El contrato, que se ha adjudicado por más de 635.000 euros (sin IVA), tendrá una duración de seis meses y la inspección se iniciará en la calle de La Presa, en San Fernando de Henares. En concreto, los trabajos incluyen la recopilación, estudios y análisis de la documentación existente y de los movimientos del terreno, valorando la situación previa a las obras, durante las obras y una vez puesta la línea de Metro en servicio. Además, se harán trabajos de cartografía y se diseñará una campaña geotécnica y de auscultación; se realizará una nueva campaña geotécnica y se hará un nuevo estudio geológico-geotécnico e hidrólógico.
Desde la Consejería de Transportes de Ángel Garrido se establece así un nuevo enfoque de actuación con un carácter más preventivo que correctivo
Soluciones
Una vez obtenidos todos los datos, se va a realizar un análisis de los daños en estructuras y su posible vinculación con la línea 7B. Con esta información, en caso de ser necesario, se redactarán los proyectos de reparación de las viviendas. De esta manera, la Consejería de Transportes dispondrá de la información adecuada para actuar con la mejor solución, primero en las viviendas afectadas, si es el caso; y luego tanto en el túnel como en las estaciones de la línea de Metro. Así, se establece un nuevo enfoque de actuación con un carácter “más preventivo que correctivo”, explican.