Enviar a un niño de 10 años a Estados Unidos es una temeridad si no forma parte de un modelo educativo en el que el idioma es una herramienta que se integra en la enseñanza del alumno desde los primeros años de su escolaridad en nuestros colegios. Solo fruto de esa filosofía, desde 1985 preparamos ciudadanos para un mundo cada vez más global y complejo.
El aprendizaje de cualquier idioma se debe trabajar en situaciones reales, y cuanto antes comiencen mejor, pues los niños son como esponjas, que absorben con mucha rapidez todo aquello que les rodea y así sucede con la fonética y las nuevas expresiones. “La clave está en que aprendan inglés con clases diarias de una forma dinámica y natural a través del juego. Nosotros trabajamos desde los 2 años, pues si en los primeros años de vida les facilitamos los medios y recursos necesarios les beneficiará en su desarrollo cognitivo y social”, explica Erika Lucas, profesora de Inglés en E. Infantil.
Una formación internacional
Aunque el inglés es el idioma más hablado en el mundo con más de 1.200 millones de hablantes, 400 de ellos nativos, es más importante la inmersión del alumno en una forma de pensar y afrontar el futuro, de ahí la importancia de estudiar idiomas desde pequeños y que así cuando concluyan su etapa escolar sean capaces de desenvolverse en diferentes lenguas y culturas con soltura, ya sea de forma oral o escrita.
La integración del idioma en la metodología
Gracias al Programa de la Escuela Primaria (PEP) y el Programa de los Años Intermedios (PAI) del Bachillerato Internacional, los alumnos trabajan a través de las distintas unidades de indagación los atributos del perfil IB que les ayudarán a desarrollar su internacionalidad: indagadores, informados e instruidos, pensadores, buenos comunicadores, íntegros, de mentalidad abierta, solidarios, audaces, equilibrados y reflexivos, consiguiendo el equilibro y desarrollo en todas ellas.
El aprendizaje de cualquier idioma se debe trabajar en situaciones reales, y cuanto antes comiencen mejor, pues los niños son como esponjas, que absorben con mucha rapidez todo aquello que les rodea y así sucede con la fonética y las nuevas expresiones
¿Cómo se pueden trabajar esos atributos?
Investigando, reflexionando sobre nuestras diferencias y similitudes como seres humanos y pensando en cómo acercarnos y compartir experiencias, aprendiendo a comunicarnos en otras lenguas, con lo que desarrollarán una mentalidad abierta e internacional. Todo esto ayuda a los niños a obtener un aprendizaje de por vida, que les colocará con ventaja en los retos que la sociedad les plantee en el futuro.
Como indica Juan Luis Yagüe, Director General del Grupo de Colegios Casvi “lo más importante para aprender varios idiomas es tener una actitud positiva frente a ese aprendizaje, por ello cuando nuestros alumnos viajan a miles de kilómetros de casa para participar en los Intercambios Lingüísticos de Estados Unidos y Alemania demuestran una rápida capacidad de adaptación ante nuevas experiencias y situaciones”.
Y por último, no debemos olvidarnos de la certificación de su nivel de inglés, pues presentarse por ejemplo a los exámenes de inglés de Cambridge, les ayudará a acreditar su nivel.
- PreA1 Starters. En 2º E. Primaria deberían ser capaces de superar esta prueba.
- A2 Flyers. Si el trabajo es el adecuado deberían adquirir este nivel en segundo ciclo de Primaria.
- B1 Preliminary. En 6º E. Primaria y siguiendo con su evolución, los alumnos superarán con solvencia el PET.
- B2 First. Ya durante la Secundaria obtendrán esta certificación.
- C1 Advanced. Aunque la mayoría de los alumnos se presentan en Bachillerato, algunos son capaces de desarrollar las destrezas lingüísticas necesarias para superar el Advanced antes de concluir Secundaria.
- C2 Proficiency. No todas las personas son capaces de alcanzar este nivel, sin embargo hay estudiantes que son capaces de adquirirlo en Bachillerato.
Más idiomas, más oportunidades
Pero si lo que queremos es fomentar la mentalidad internacional, cuantos más idiomas dominen, más posibilidades tendrán de comunicarse y descubrir otras culturas. Por eso deben ser capaces de desenvolverse en una segunda y tercera lengua extranjera, como el francés y el alemán, que son las otras dos lenguas más utilizadas en el Parlamento Europeo.
Precisamente la lengua germánica es una de las que más hablantes tiene en la Unión Europea pues es el idioma oficial en Alemania, Austria y Liechtenstein, y segunda lengua en otros tres países: Bélgica, Suiza y Luxemburgo. Así pues, quien hable estos idiomas tendrá más oportunidades laborales y profesionales, tanto en España, en empresas multinacionales, como en el extranjero, y les abrirá las puertas de las mejores universidades en el mundo.