Dos Policías y dos perros compondrán la unidad, coordinados por el anterior guía canino. De momento ambos perros llevan ya viviendo en la casa de sus guías desde hace dos meses, realizando tareas de vínculo, socialización y adaptación. Antes de iniciar el curso de especialización habrán completado otro de obediencia básica y manejo de perros de trabajo. Los perros de esta raza destacan por sus extraordinarias habilidades y por su excelente disposición para el trabajo.

Los perros son Heros, un macho de apenas un año, y Ura, una hembra de un año y medio de edad. Heros ha sido adoptado a través de la protectora DogHorseCity, y Ura ha sido cedida desinteresadamente por un adiestrador profesional. Ambos ya están ansiosos por poder demostrar de lo que son capaces, al igual que sus guías. 

“Con la recuperación de esta Unidad Canina queremos seguir dando respuesta a las necesidades que plantea la sociedad en materia de seguridad pública, además de seguir avanzando en la profesionalización de nuestros agentes para prestar un servicio cada vez más eficiente”, ha finalizado Millán. 

Función disuasoria y operativa 

La recuperación de estos binomios, agente-perro, tendrá una doble función. Una preventiva, como recurso disuasorio frente a posibles actos delictivos a la vez que se transmite al ciudadano una sensación de mayor seguridad y tranquilidad. Y, por otro lado, una función operativa, ya que esta unidad está pensada para realizar labores de detección de sustancias estupefacientes. 

Con su nuevo cometido Heros, macho de un año de edad, pone fin a una historia marcada por el maltrato que sufrió. Gracias a la protectora DogHorseCity, Heros fue rescatado de una casa donde sufría continuos malos tratos. Cuando llegó hasta las dependencias de la protectora, presentaba heridas de haber recibido golpes en el lomo y síntomas de falta de alimentación. Ahora abre una nueva etapa en Arroyomolinos. 

En el caso de Ura, hembra con año y medio de edad, es distinto. Su dueño era un adiestrador profesional en Navarra, quien después de haber empleado mucho tiempo en su educación y socialización, se ha visto obligado a cederla, por motivos personales. Antes de entregarla ha estado varios días con el agente de nuestra Policía Local que va a ser su guía compartiendo convivencia y realizando un curso básico de obediencia, para evitar en la medida de lo posible, que la perra desarrolle algún tipo de estrés por separación al cambiarla de guía y de casa.