Dos legislaturas han bastado para que los vecinos de Alcorcón hayan retirado el apoyo que erigió a David Pérez como alcalde. Su despedida, como no podía ser de otra forma, ha levantado ampollas tras afirmar con rotundidad que traspasará el ayuntamiento al nuevo equipo de Gobierno liderado por la socialista Natalia de Andrés “con una situación bien distinta de la que heredamos” en el año 2011. Utilizando sus propias palabras, hace ocho años “recibimos un ayuntamiento totalmente quebrado”; sin embargo, incide, ahora “lo entregamos saneado”. Una afirmación que desmiente la próxima alcaldesa: “los perdedores en las elecciones municipales continúan con sus mentiras. No vamos a responder a provocaciones”.
¿Fake news?
El pasado 2011, “nos dejaron una ciudad absolutamente quebrada”, aseveraba Pérez en un encuentro con los medios donde sacó a relucir que han pagado 450 millones de deuda de los 612 que se encontró al llegar. Sin embargo, la página del Ministerio de Hacienda desmiente estas afirmaciones puesto que, según se puede constatar, la deuda del Ayuntamiento de Alcorcón en 2011 era de 127 millones de euros; posteriormente, en 2017 –últimos datos que aparecen publicados-, asciende a 300 millones.
Lo único que deseo, igual que mi equipo, es que todos estos avances conseguidos en Alcorcón, no se echen por tierra por parte de un nuevo gobierno
Balance
Pérez abandona la alcaldía pero renueva su acta como diputado regional tras alzarse como número dos de la candidata del PP a la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El regidor insistía en que en estos ocho años en Alcorcón se ha dedicado a "servir al pueblo, a sanear el ayuntamiento, a atraer inversiones y crear empleo". "Nos dejaron una destrucción masiva de empleo, nosotros dejamos el ayuntamiento con 7.000 puestos de trabajo creados". También ponía de relieve la supuesta estabilidad de las cuentas municipales, de las que decía heredar con un déficit de 100 millones de euros en 2011 y que dejará "saneado con un superávit de cerca de 50 millones de euros de este año".
"Lo único que deseo, igual que mi equipo, es que todos estos avances conseguidos en Alcorcón, no se echen por tierra por parte de un nuevo gobierno, que nada más llegar aproveche que se encuentra una ciudad con dinero para gastárselo, para volver a endeudarla". Así, el todavía alcalde en funciones, parecía dictar sentencia.