En el pasado pleno de mayo, nuestro grupo municipal llevó una moción sobre el arte urbano, pero no con la intención única de que Alcalá de Henares sea visualmente estética, sino como un medio de cohesión social y de participación ciudadana. La posición de la Concejala Aranguren fue despótica y ridiculizadora, porque pareciera que, de todo el texto de nuestra moción, solo se quedó con los ejemplos de murales de otras ciudades.

Claro que sabemos que ya existen murales en nuestra ciudad, pero ese no era el fin definitivo, o al menos no la intención. A día de hoy en Alcalá de Henares, la concejalía de cultura es igual de arcaica que en tiempos en los que gobernaba el Partido Popular, pero no porque estén los mismos técnicos que hace tiempo, sino porque la forma de administrar es exactamente la misma.

No saben ver más allá, ni mucho menos acercar la cultura a la gente de a pie. Tenían buenas intenciones con lo de “la cultura va por barrios” , con el objetivo de descentralizar la cultura y acercarla a los barrios, pero no han hecho absolutamente nada por ello. La cultura es un bien céntrico, arcaico y no participativo en Alcalá de Henares. Hay multitud de exposiciones cada mes, por no decir que no hay nada más, pero nada que invite a la población complutense a participar. Solamente las fiestas de cada distrito suelen incluir eventos más cercanos al público.

Efectivamente, Alcalá de Henares tiene murales pintados, preciosos y culturalmente acordes con la ciudad. Pero siempre se puede hacer más y que no sean un simple escaparate, sino una vía de escape para nuestros jóvenes, muchos de ellos en riesgo de exclusión social. Por lo que, al parecernos un tema a tratar muy importante, lo volveremos a intentar por otras vías. Queremos que la cultura sea por y para la gente. Una cultura activa que sirva para incluir y no solo para mostrar.