Queremos aprovechar este espacio para hablar de una de las cuestiones más urgentes que nos compete y afecta globalmente: el cuidado del medioambiente. Desde el año 2005 se celebra el Día Mundial del Reciclaje declarado por la UNESCO el 17 de Mayo con el objetivo de promover la responsabilidad en el cuidado de nuestro medio y la reducción de residuos en todas las etapas del proceso de producción, desde la extracción de materias primas, pasando por su transformación, hasta el consumidor, principal responsable comúnmente señalado.
El reciclaje es un proceso incorporado en la vida de los vecinos y vecinas, que desde los años 80 se observa en las calles a modo de contenedores para separar nuestros residuos, por tanto no es una moda actual. La gestión de los residuos urbanos entra dentro de las competencias de las entidades locales, y esta debe siempre enmarcarse dentro de unas actuaciones que favorezcan el desarrollo sostenible y la transición hacia una economía con el menor impacto posible en el consumo de recursos naturales fomentando la disminución de residuos, la reutilización y el reciclado, siguiendo la regla de las tres erres.
El reciclaje supone participación ciudadana, por lo que es importante que la comunicación Ayuntamiento/Concejalía - ciudadano sea eficaz y la información que se dé ha de ser esquemática, clara y concisa, y qué no decir del procedimiento, si se hace de la tarea del reciclaje un trabajo más, que conlleva trámites electrónicos, llaves de contenedores y limitación de cubos de basura, gran parte de la población no participará, ya que o la información no le llegará o se perderá en el proceso.
Pero ¿qué pueden hacer los municipios para contribuir al reciclaje?. Está claro que la estrategia de separación de residuos se queda corta, se trata de un proceso estancado, y con los datos que conocemos y las propuestas desarrolladas en otros municipios, podemos hacer más como ayuntamiento, ya que una de las maneras más efectivas de educar a la población es dando ejemplo como institución pública.
A nivel municipal echamos en falta un programa de objetivo residuos cero, que incida, no solo en el consumidor sino también, en la parte productiva. Entendiendo las limitaciones y competencias de un gobierno municipal, pensamos que es posible la creación de políticas y actuaciones que persigan y vayan en la línea de ese cambio de modelo productivo y de consumo que nuestro medio ambiente pide a gritos. El Ayuntamiento tiene que dar ejemplo a los vecinos y vecinas, en su caso podría darse mediante la contratación pública o compra verde que puede ir desde la contratación con comercializadoras de energía verde, o una comercializadora de energía verde pública y en el mejor de los casos ir adaptando los edificios municipales hasta su total autosuficiencia energética.
Ejemplo de estas actuaciones empiezan también a través de la concienciación sobre la separación de residuos en origen y facilitarla mediante la instalación de contenedores adecuados. Esto, aunque mejorable dependiendo del barrio que observemos, se está desarrollando en nuestra ciudad. Sin embargo, no podemos quedarnos ahí, ya que existen numerosas actuaciones factibles a nivel local que contribuyen a la prevención, reutilización y reciclado de residuos.
En la anterior nota dedicada a este espacio hablamos de la ardua tarea que conllevaba en nuestro municipio la “suscripción” al cubo marrón. Lejos de acercar el compostaje a la ciudadanía, lo aleja. Ya hemos comprobado con vecinos y vecinas de todas las edades que el formulario si no hubiera sido por nosotras no hubieran tenido conocimiento nunca de su existencia, y sobre todo, los mayores respondían con resignación a la hora de tener que pedir a sus hijos o nietos que lo hicieran por ellos. Por lo que acabamos de ver que la medida no es para todos y todas.
Es posible fomentar la reducción de residuos con medidas de prevención, educación y participación ciudadana, todo ello dando ejemplo de que el propio consistorio tiene concienciación propia. Solo mediante el ejemplo se puede educar. El reciclaje, la gestión de residuos, el compostaje de la reducción de los residuos no orgánicos hoy todavía puede hacer posible que el futuro de nuestra sociedad no sea peligroso para el ser humano y para el resto de especies.