Ubicada en el centro de nuestro municipio, la calle Real es la arteria principal de Sanse. La zona tiene mucha actividad, con infinidad de transeúntes recorriéndola en todas las horas del día, muchos comercios locales, un centro de salud, conexión con la A-1... en definitiva, mucha vida. En la actualidad la calle Real es objeto de controversia entre los vecinos y comerciantes de la zona, pero principalmente, entre una mayoría de vecinos y comerciantes con el actual equipo de gobierno. ¿Por qué? por la peatonalización parcial en la que está sumida la calle. 

Durante el confinamiento domiciliario de marzo del pasado año 2020, en los primeros momentos de la COVID-19 en nuestras vidas, el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes peatonalizó totalmente la calle Real. La medida llegó en un momento en el que no levantó excesivas ampollas entre los vecinos, el 15 de mayo, al inicio de la desescalada, como medida temporal para facilitar la movilidad vecinal en la desescalada. El problema llegó después, cuando `vencimos al virus´, concluyó la desescalada y se mantuvo la peatonalización. 

Peatonalización total 

El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes mantuvo la peatonalización completa hasta el 14 de diciembre, fecha en la que cedió ante las presiones ejercidas por los comercios. Eso sí, se aprobó la vuelta del tráfico en un único sentido y carril, manteniendo la peatonalización en el otro y añadiendo bloques de separación entre ambos que resultan de todo menos estéticos. El Ayuntamiento ha querido dejar claro que esta reapertura es una medida temporal mientras se termina de diseñar la peatonalización de la zona centro, proyecto en el que esperan que contribuyan todas las partes implicadas. 

Este gran proyecto de peatonalización en el que busca embarcarse el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes responde a las obligaciones ambientales suscritas por la administración. En este sentido, el alcalde de Sanse, Narciso Romero, fue claro con los compañeros de Cadena Ser: "la ciudad de San Sebastián de los Reyes debe adaptarse a las exigencias ambientales europeas".

Malestar vecinal 

Una de las cosas que más ha molestado a los vecinos es la forma en la que la medida ha afectado al tráfico y al aparcamiento. Muchos cambios de sentido en calles aledañas que han generado un auténtico caos, excesivo tiempo extra a la hora de acceder al garaje para los vecinos de la zona, pero sobre todo, el aparcamiento. Con la peatonalización han disminuido mucho las plazas de aparcamiento, pero no solo eso, han crecido de sobremanera las plazas azules. La única medida compensatoria impulsada por el Ayuntamiento ha sido la posibilidad de estacionar el vehículo gratis durante 30 minutos en estas zonas comerciales, ¿tiempo suficiente para comprar tranquilamente?.

Mientras tanto, la medida temporal sigue sin contentar a los vecinos, pero sobre todo a gran parte de los comerciantes, que consideran que la medida está afectando al desarrollo de su negocio. Esta citada mayoría considera que los bloques separadores dan mala imagen a Sanse, que con la peatonalización muchos potenciales clientes no pueden llegar por las dificultades de acceso con coche, o que "la peatonalización se ha realizado para la ampliación de unas terrazas vacías".... Y todo a expensas de una peatonalización total del centro. Entre tanto cambio, solo perdura el malestar vecinal.