Son aquellos que nos cuidan; que nos protegen; que nos dan todo sin pedir nada; que nos culturizan; que nos enseñan todo en la vida; que nos hacen reír; y que, por supuesto, deberían ser eternos. Hablamos de nuestros abuelos, de aquellas personas que dieron la vida por sus hijos y ahora la dan por nosotros: sus nietos.
Y es que hoy, 26 de julio, se celebra el Día de los Abuelos. Están considerados como uno de los pilares fundamentales dentro de una familia, al igual que un padre o una madre, y si estos últimos tiene su día, los abuelos también.
Esta celebración, como muchas otras, están promovidas y respaldadas por organismos internacionales como la UNESCO, la UE o la ONU, entre otros. Y recientemente se ha mostrado un estudio que refleja que más de la mitad de los abuelos españoles ayuda a sus hijos y nietos como consecuencia de la crisis económica que sufrimos a día de hoy. Además, también se encargan de cuidar a los nietos, debido a que los padres no pueden hacerlo por cuestión laboral. Por ello, es imprescindible e insustituible la labor de un abuelo.
Los abuelos son esos con plata en el pelo y oro en su corazón
¿Por qué el 26 de julio?
La fecha de esta celebración tiene su fundamento en la época de Jesucristo. El día 26 de julio se celebra San Joaquín y Santa Ana en el calendario católico. Éstos eran los padres de la Virgen María y, por lo tanto, los abuelos de Jesucristo, de ahí que se haya escogido este día como ‘Día de os Abuelos’. Además, esta tradición viene unida a la celebración de otros dos días mucho más conocidos a nivel nacional o internacional: Día del Padre y Día de la Madre.
Lo que sí es cierto es que no es una de las fechas que se recuerden, es más, casi siempre pasan desapercibidas y es, posiblemente, debido a que se celebra en época estival. Además, no en todos los países se celebra el mismo día, por ejemplo, en Polonia se celebra el 21 de enero el Día de la Abuela y al siguiente al Día del Abuelo; en Reino Unido se celebra el primer domingo de octubre; en Chile el 15 de octubre; en Colombia el cuarto domingo de agosto; y en México el 28 de agosto, entre otros muchos países.
Los abuelos hay que cuidarlos y hay que mimarlos, y aunque siempre les recordemos lo mucho que los queremos, ¿por qué no hacerlo una vez más, y en su día?
¡Felicidades a todos los abuelos del mundo!