Paula empezó a tramar está loca aventura a finales de Octubre de 2013. “El destino de EEUU llevaba en mi cabeza desde finales de bachillerato, pero cuando comencé la universidad, el deseo empezó a hacerse más grande.”
La idea de irse al extranjero existía, pero le daba bastante miedo la distancia, su nivel de inglés y el estar lejos de su familia y amigos. Paradójicamente, fueron ellos los que le dieron el impulso para decidirse por un programa parecido al que una amiga de su hermana hizo en su momento. Su día a día en Eden Prairie, Minnesota, es un no parar.
“Lo cierto es que nunca pensé que un día pudiera dar para hacer tantísimas cosas – confiesa.– Voy al colegio por la mañana y allí he estado los primeros cinco meses en Kindergarden (infantil) y cinco restantes estoy trabajando entre 5º y 6º.” También tiene tiempo para mejorar su inglés, hacer un voluntariado y jugar al fútbol.
El deporte como estilo de vida
La cultura americana es muy diferente a la cultura española, puesto que la cultura americana es muy educada, agradecida y amable. “En Minnesota la gente dice gracias por todo, son muy atentos.” La cultura del deporte forma parte de su estilo de vida, pues en todas las casas, bares o restaurantes siempre hay plasmas con algún partido siendo televisado. Además la cultura del deporte también se lleva a nivel cotidiano.
Tanto los adultos como los niños practican muchísimo deporte, llegando a tener varios partidos en el mismo día. Lo que más echa de menos de Fuenlabrada se resume en tres cosas: personas, tiempo y cultura.
Además, también entra la magnífica comida española, la cual extraña una infinidad pero va con la comida basura. “Lo cierto es que tras estar siete meses en América, creo que me elijo antes un guiso de mi madre que la mejor hamburguesa americana”, dice tajante.
The Holje`s family, su segunda familia
También Paula considera infinitamente positiva la experiencia porque ha tenido la suerte de poder compartir esta experiencia con una familia (the Holje´s family) que le quiere, le entiende, comparte sus hobbies, hace planes divertidísimos con ella, se muestra confidente y en la que confía plenamente. “Me siento muy afortunada.” Su fecha de regreso a Fuenlabrada (el 20 de Junio de 2015) es inamovible.
Su visado tiene una fecha de caducidad muy estricta y no puede ampliar más su estancia, pero nos atrevemos a decir que su experiencia ha sido inolvidable y que su familia fuenlabreña y los fuenlabeños le esperan con los brazos abiertos.