Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro emanó la propuesta de celebrar este día internacional en 1992. Así, desde el año 1993 se celebra el Día Mundial del Agua.
Desde Naciones Unidas tratan de poner el foco en la relevancia de este líquido esencial, la crisis mundial y la necesidad de buscar medidas para abordarla en el marco del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 de cara a 2030. Todas las actividades sociales y económicas dependen, en gran medida, de un correcto abastecimiento de agua dulce, sin embargo, más de 200 millones de personas en el mundo carecen de acceso a los servicios básicos de agua y saneamiento, tal y como se recoge en el nuevo informe mundial de la ONU.
Pero, ¿qué es el agua y cuánto sabes verdaderamente del <>? Se trata de un recurso natural indispensable para nuestra supervivencia. Su composición molecular está compuesta de un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno. No tiene color, color ni sabor y está diferente en diferentes estados, tanto líquido, como sólido (los polos) y gaseoso (vapor en la atmósfera). En bebés y niños, representa entre un 70% y un 80% de su cuerpo, en el caso de los adultos y los ancianos va disminuyendo, pero nunca se sitúa por debajo del 50%, ¡más de la mitad de nosotros es agua! y nuestro cuerpo no aguanta más de 3/4 días sin un trago.
No obstante, cada órgano tiene un % de agua y el que mayor acumulación tiene son los ojos, con entre un 90-95%, seguido de cerca por la sangre (80-90%), el cerebro (75-85%), los pulmones (85%), riñones (70-80%), la piel y los músculos (70-75%), los huesos (22%) y, finalmente, el tejido graso cuenta presenta un 10%. De esta manera, se torna indispensable beber agua, es nuestro combustible; no solo para hidratarnos, sino para que nuestro cuerpo pueda cumplir con sus funciones vitales.
El agua también cuenta con eventos anuales específicos como el Año Internacional de Cooperación en la Esfera de Agua (2013) o el actual Decenio "Agua para el Desarrollo Sostenible" (2018-2028)
Tal y como hemos mencionado, beber agua es fundamental para un correcto funcionamiento de nuestro organismo. Para mantener un adecuado porcentaje de agua en nuestro cuerpo se recomienda beber 2.2 litros de agua al día en las mujeres y 3 litros en el caso de los hombres, necesidades que varían en función de la edad y sexo, y que pueden calcularse si se multiplican 30 ml de agua por cada kilogramo que pesemos, para alcanzar el nivel óptimo.
Los beneficios de beber agua van más allá de la simple supervivencia humana, no solo mantiene nuestra <> a punto. Entre alguna de las funciones más importantes del <> se encuentra la de metabolizar los nutrientes de que comemos y ayudar a que éstos entren en las células, lubrica el aparato digestivo, genera saliva, mejora la función de los riñones, elimina toxinas, favorece el tránsito intestinal, amortigua las articulares, ayuda al gasto calórico y, finalmente, tiene una función termorreguladora mediante el sudor y la respiración.
Seguro que alguna vez has oído eso de que "beber demasiada agua es malo", ¿es verdad esta afirmación? Sí que es cierto que excederse en su consumo puede generar dolores de cabeza, malas digestiones, problemas musculares por déficit de potasio, sudoración extrema y problemas en la piel y, por último, interrupción del sueño por necesidades de orinar. Sin embargo, la cantidad ingerida debe ser muy alta para que puedan aparecer estos síntomas.
Finalmente, cabe destacar que el agua se trata de un derecho fundamental declarado por la Asamblea de las Naciones Unidas el 28 de julio de 2010. El saneamiento juega un papel indispensable para una vida digna. Este 2022, la ONU pone el foco en las aguas subterráneas, las <> y su estudio y protección, además de un uso adecuado y sostenible para paliar el cambio climático y satisfacer las necesidades sociales. El ODS 6 trata, por tanto, de que los países e instituciones desarrollen acciones para que el acceso al agua no sea un privilegio para muchas personas sino, tal y como se declaró ya hace más de una década: un derecho humano esencial.